Polémica

Negreira ataca al Barça acusándoles de cinismo

El ex número dos de los árbitros no se cortó a la hora de criticar al club culé

José María Enríquez Negreira, ex vicepresidente del CTA
La jueza del "caso Negreira" denuncia un robo en su casa poco después de que la Fiscalía apuntase al Barça Google

El ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) se mostró firme a la hora de catalogar como un ejercicio de cinismo y fraude procesal el reciente intento del FC Barcelona de intentar personarse como acusación en el 'caso Negreira'. "Se ha opuesto con rotundidad al intento de Joan Laporta a través de su letrado al intento de la entidad que preside Joan Laporta de disponer de la doble condición de investigado y víctima", informa El Mundo. Negreira alega un principio de Alzheimer y se ha negado a declarar ante la Fiscalía por dicho motivo, responde de esta forma al escrito presentado por el Barça.

Negreira explicó ante la Fiscalía cómo era su relación con el club culé. "Nunca he querido cobrar porque yo ya tenía mi empresa y cobraba del Fútbol Club Barcelona. Nos reuníamos en Madrid cada semana o cada 15 días. Lo que hacíamos era revisar los informes que hacen los árbitros después de cada partido (se refiere al acta) y puntuarlos. También teníamos un informador de la federación que revisaba si el arbitraje había sido correcto. Preparar charlas técnicas a los árbitros. Reunirnos con los presidentes regionales". "Ir a ver los partidos personalmente o a través de compañeros exarbitros y estar informado del porqué se habían tomado decisiones. El Fútbol Club Barcelona consideraba que se perjudicaba al equipo y se favorecía a otros equipos. Esto es una hipótesis personal, nadie me lo ha dicho directamente. Mi obligación era dar mi opinión sobre los partidos en cuanto al arbitraje y a los jugadores. Asesoramiento técnico. Lo que el Fútbol Club Barcelona quería era asegurarse que no se tomaban decisiones en su contra, que todo fuera neutral", afirmó.

El artículo 286 bis del Código Penal que regula el delito de corrupción en los negocios (vigente desde 2010) castiga con penas de prisión de seis meses a cuatro años, y de inhabilitación de uno a seis años, a los "directivos, administradores, empleados o colaboradores de una entidad deportiva", así como a los deportistas y árbitros que reciban, soliciten o acepten "un beneficio o ventaja no justificados" o la mera promesa de obtenerlo "como contraprestación para favorecer indebidamente a otro".

El hijo de Negreira también está en el centro de la polémica. Una de las empresas de Enríquez Romero, Soccercam SL, presentó a la Agencia Tributaria gastos relacionados con ese y otros servicios similares por un importe cercano a los 100.000 euros. El asunto es que Hacienda cuestionó gran parte de los gastos presentados por Soccercam SL, entre ellos, varios importes relacionados con la compra y mantenimiento de un vehículo. Enríquez Romero alegó que tenía derecho a deducirse esas partidas porque se trataba de costes "necesarios y afectos a la actividad de la sociedad". "Concretamente", explicó el hijo de Negreira, "dicho vehículo sirve para acompañar a un equipo arbitral".