El hambre de Bela y Lima sigue intacta y no baja de revoluciones

Jornada de reencuentro de los números 1, Fernando Belasteguín y Pablo Lima, con la competición oficial, con ese aire, ese aroma que desprenden los nervios y la tensión de jugar en la central con varios cientos de ojos mirándote, pero Bela y Lima no saben de presión y se limitan a ser solventes y seguros, sendas prestaciones de la más alta calidad.

Tras la lesión sufrida por el de Pehuajó, este volvía a las pistas y los aficionados buscaban su figura una y otra vez, muy pendientes de los apoyos, desplazamientos y cualquier movimiento que sufriese el de HEAD Padel, quien demostró, al menos en apariencia, que los dolores son cosa del pasado.

En su duelo ante Raúl Marcos y Adrián Blanco, entraron al partido quizá algo dubitativos, a la espera de ver cómo calentaba la pierna del argentino pero, una vez carburó, todo fue un paseo militar, consiguiendo un segundo parcial inmaculado y el objetivo de salvar la siempre complicada ronda de octavos (4-6 y 0-6).

Tampoco sufrieron Matías Díaz y Maxi Sánchez, en su caso ante Seba Nerone y Álex Ruiz (6-3 y 6-3). Los subcampeones del anterior torneo volvieron por su senda de defensa férrea y rocosidad para poner fin a la andadura de Nerone y Ruiz en tierras canarias.

En el apartado de sufrimientos metemos a varias parejas, la primera de ellas Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez. Fieles a su estilo de pegada y magia, se encontraron con dos jugadores muy peleones que les exprimieron al máximo, Tito Allemandi y Juan Lebrón, y que provocaron que el laboratorio de Ramiro Choya tuviese que trabajar a destajo para encontrar soluciones rápidas. Al final, tres largos sets para decidir la suerte en favor de la dupla nº2, si bien Allemandi y Lebrón demostraron conformar una dupla a la que mirar de reojo (4-6, 6-3 y 6-2). Godo Díaz y Lucho Capra también tuvieron que sacar su mejor pádel para poner fin en Canarias al reencuentro familiar entre Ramiro Moyano y Maxi Grabiel; un primer set muy igualado y que se decidió en favor de los Vibor-A en el tie break, dio paso al festival ‘made in Godo’, ante lo cual, solo puedes mirar y aplaudir (6-7, 6-2 y 6-3).

Fede Chingotto y Juan Tello fueron una de las sorpresas del día, ya que, con Álvaro Cepero y Aday Santana en contra, además del público, quien apoyaba a su jugador local, fueron capaces de conseguir acceder a cuartos, dando otro pasito más en su ya completa aclimatación a la competición (5-7 y 6-7).

La otra buena noticia la protagonizaron Ale Galán y Juan Cruz Belluati, los otros dos estandartes de esta magnífica generación de parejas jóvenes. El madrileño y el argentino ofrecieron una gran imagen ante los siempre ofensivo Martín Sánchez Piñeiro y José Antonio Gª Diestro (4-6 y 4-6), algo que no suele ser fácil debido a su gran movilidad.

Franco Stupaczuk y Cristian Gutiérrez siguieron por la dorada senda que tomaron desde la anterior cita y mostraron un rendimiento excepcional, pasando por encima de Fede Quiles y Marcello Jardim, dos veteranos que saben sufrir y aclimatarse a los partidos, pero que se vieron ampliamente superados y sin respuesta (1-6 y 2-6).

Miguel Lamperti y Juani Mieres entraron con el freno de mano demasiado echado ante Matías Nicoletti y Gonzalo Rubio (6-7 y 3-6) a quienes no parecían pesarle las piernas a pesar de venir desde la ronda previa. Lo dicho, tras un inicio algo dubitativo y con demasiado control, lo que llevó al tie break, Lamperti y Mieres se soltaron más y en seguida pusieron el partido inclinado a su favor para acabar con mucha más tranquilidad.

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