Gana Pinot y Alaphilippe se agarra al amarillo en el Tourmalet

El Tourmalet suena a historia. A ciclismo puro. Un puerto mítico acostumbrado a ser punto de paso, un final poco habitual que invocaba hazañas antiguas. Nada. La carrera se convirtió en un paseo en el que ninguno de los favoritos se atrevió a atacar hasta que Pinot aceleró ya avanzado el último kilómetro.

Ganó el francés con una facilidad impropia. Sin que nadie pudiera responder a su acelerón. Pero es tan duro el Tourmalet que el ritmo bastó para descolgar favoritos. Para hundir a Quintana, que celebraba la caída de Landa antes del día de descanso para poder volar en libertad. Perdió 3:24 el colombiano, el primero de los grandes en caer.

Tampoco pudo aguantar Enric Mas, que cedió terreno antes de lo previsto. Los últimos kilómetros fueron de un sufrimiento insoportable para él. A 2:54 llegó del ganador, pero mantiene su posición entre los diez primeros. Como Alejandro Valverde, noveno ahora en la general, un puesto por delante de Mas.

Pero fue Landa el mejor español, el único que aguantó hasta el final, aunque las últimas rampas fueron demasiado exigentes para su cuerpo aún dolorido por la caída. No es el primero, pero parece el más fiable de Movistar.

Hasta Geraint Thomas perdió pie antes de tiempo, aunque no lo suficiente para perder su segundo puesto en la general. Más resistió su compañero Egan Bernal, aunque el más fiable de todos sigue siendo Julian Alaphilippe. El líder se agarra al amarillo y después de ganar la contrarreloj fue segundo en el Tourmalet. Francia vuelve a soñar con un campeón en París.