Tour 2013
«Purito» Rodríguez: «Os quiero a todos»
Purito Rodríguez logra su objetivo de entrar en el podio del Tour
No pudo contener la emoción Joaquim Rodríguez al llegar a Semnoz. No lo hace habitualmente. «¡Buaaah! Esto es lo que quería, qué alegría tengo, ¡os quiero a todos!», algo así venía a expresar Purito como el desaforado jovenzuelo que logra tras arduas peleas conquistar a la chica de sus sueños y, en medio de la calle, del gentío anónimo y su trajín diario y aburrido, grita, alocado, que se siente pleno y que nadie puede arrebatarle ese momento de felicidad.
Tiró Joaquim Rodríguez a destajo en la última subida del sábado y no pensó casi ningún momento en la victoria de etapa, menos cuando se le pegaron Chris Froome y Nairo Quintana. «Le pedí un relevo a Quintana, pero no me lo dio, ya me lo imaginaba y no me enfadé. Tal vez si Froome me hubiera ayudado en la última subida y no nos hubiera ralentizado de vez en cuando, me hubiera ahorrado algunas energías y podría haber luchado por la victoria de etapa. Pero no importa, el podio era lo más importante, así que estoy feliz así. Me hubiera hecho ilusión ganar la etapa, pero mi objetivo era entrar en el podio, por eso tiré». Y gracias a eso pudo ver ayer por la noche los Campos Elíseos desde el tercer cajón del podio y con ello, cerrar el círculo de podios en las tres grandes que ya tiene, eso sí, sin haber ganado ninguna, «es algo que está al alcance de muy pocos».
Logrado el primer objetivo del año, pisado el podio nocturno de París junto a Pablo y Elsa, sus hijos, ambos vestidos de ciclistas con el maillot del Katusha, Purito sigue pensando en lo que le queda de temporada. Prácticamente todo, «así que no haré muchas celebraciones de esto», avisaba. La Clásica de San Sebastián y, sobre todo, la Vuelta a España serán sus próximos objetivos. Sin Contador, que el año pasado le arrebató el jersey rojo en la histórica jornada de Fuente Dé, Purito será, junto a Vincenzo Nibali, el gran favorito para ganar la ronda española.
Y no parará después porque, al llegar a Madrid, Purito tendrá dos semanas de descanso antes de disputar el Mundial de Florencia, donde el catalán y Alejandro Valverde intentarán echar abajo los sueños de Nibali de convertirse en campeón del mundo en su casa. Y mucho más, luego llegará el Giro de Romandía, donde el año pasado vivió el momento más feliz de su carrera al imponerse en la meta de Lecco. Imparable Purito con sus 34 años cumplidos. «Y sigo tan motivado como cuando empezaba. Miro mi calendario y les digo a mis compañeros: mirad qué temporada más guapa tenemos por delante todavía».
Joaquim, por fin, pudo fumarse un «purito» para celebrar su tercer puesto junto a sus compañeros del podio, Quintana y Froome. Valverde, que perdió la oportunidad de entrar entre los mejores por culpa de una avería, no quiso perder su oportunidad de exhibirse en París. Atacó a unos kilómetros de la meta, antes de que comenzara el territorio de los velocistas. Y en un esprint interminable fue Marcel Kittel, cómo no, el que se impuso después de aguantar la aceleración de Greipel, que le atacaba por la izquierda, y Cavendish, que le llegaba por la derecha. Pero Kittel resistió y también levantó los brazos en París.
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