Ruth Beitia; la capitanano falla

Menos de un año después de amagar con la retirada, Ruth Beitia (1-4-1979, Santander) volverá a disputar una final mundialista. La capitana del equipo español y campeona de Europa al aire libre y en pista cubierta no lleva una temporada sobresaliente, no se ha acercado a los dos metros, pero en la clasificación resolvió su pase a la final con solvencia. Beitia llegaba a Moscú con una marca de 1,95, la altura que daba el pase para la final. No hizo falta tanto. Con 1,92 le bastó para colarse entre las mejores en sus sextos Mundiales. La final, a pesar de la ausencia de Blanca Vlasic, se presenta muy exigente. Las medallas serán caras. «Estarán por encima de los dos metros, pero si puedo soñar, sueño».

Ruth, que fue cuarta en los pasados Juegos de Londres, se encuentra mucho mejor de sus habituales molestias en el tendón de Aquiles y eso la sirve para asegurar que no piensa en la retirada. «Estoy muy contenta porque va muchísimo mejor. Me hicieron la EPI –un tratamiento consistente en una electrólisis percutánea invasiva– después del campeonato de España y todo va bien. Las últimas semanas entrenando en casa he estado fenomenal. Las cosas van mucho mejor de lo que pensaba, pero hay que ir paso a paso», asegura. Y es que en la final están todas las que tienen que estar. «Va a ser un territorio comanche, con tres rusas y una americana», comenta. Brigetta Barrett es la gran amenaza para las atletas locales. La estadounidense hizo en junio su mejor marca personal, 2,04, y ninguna de las rusas ha saltado tanto este año. Eso sí, todas ellas se han ido por encima de los dos metros: Irina Gordeeva (2,04), Svetlana Shkolina (2,03) y Anna Chicherova (2,02). La última vez que Ruth Beitia se elevó por encima de los dos metros fue en los Juegos de Londres y la mejor marca de la española data de 2007 con 2,02.

«Ya estamos en la final y ahora, a seguir con las mismas sensaciones. Ojalá que pueda estar luchando por puestos de finalista y, nunca se sabe, también por las medallas. La final la veo con tres rusas que junto con la estadounidense lideran el ránking. Ojalá sea como en Gotemburgo –donde logró el título europeo en sala–, que se me dio fenomenal. Las medallas van a estar por encima de dos metros. Si puedo soñar, sueño con un podio con tres o cuatro medallas de bronce», bromeó. El objetivo de Ruth en la final es «estar luchando por saltar dos metros porque tengo un gran equilibrio entre cuerpo y mente y luego a ver qué pasa. Nunca se sabe, estoy aquí, supermotivada, con muchísimas ganas y si algo tengo es experiencia, así que tengo que tirar de ella».

La diputada regional por el Partido Popular en el Parlamento de Cantabria destacó que la clasificación fue «una de las mejores competiciones al aire libre este año, porque en pista cubierta lo bordé desde el principio hasta el final». Lo que parece tener claro la capitana del equipo español es que, pase lo que pase, los Mundiales de Moscú no supondrán su retirada: «Nunca se sabe, ojalá pudiese aguantar como ''Chuso'' –García Bragado–. Estoy bien, quiero disfrutar del momento, sólo pienso en la final y no sé qué voy a hacer dentro de tres días. En principio, y pase lo que pase, mi intención es seguir».