Tribunales
Seis años de internamiento por la «paliza mortal» a Jimmy
La jueza condena a 60 horas de trabajos sociales a otros dos menores que participaron en la pelea
La jueza condena a 60 horas de trabajos sociales a otros dos menores que participaron en la pelea
Álvaro C. G., el menor acusado de la muerte del hincha del Deportivo de La Coruña Francisco Javier Romero, Jimmy, tendrá que cumplir seis años de internamiento en régimen cerrado y otros dos de libertad vigilada por los delitos de homicidio, riña tumultuaria y tenencia ilícita de armas. Una pena ligeramente inferior a la que solicitaron tanto la Fiscalía como la acusación particular: ocho años de internamiento y tres más de libertad vigilada.
Así lo ha acordado la titular del Juzgado de Menores número 4 de Madrid, que además ha impuesto a Javier Pedro C. N e Isaac D. C. C., otros dos menores que participaron en la pelea entre las aficiones del Dépor y del Atlético de Madrid –ocurrida el 30 de noviembre de 2014 en los aledaños del Vicente Calderón–, una pena de 60 horas de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito de riña tumultuaria. Si no están dispuestos a realizar esas tareas sociales o las incumplen, el primero deberá afrontar cinco permanencias de fin de semana en un centro cerrado y el segundo (como responsable, además, de un delito de tenencia ilícita de armas), un año de libertad vigilada.
La sentencia es recurrible en apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid, que deberá resolver el recurso del menor condenado por la muerte de Jimmy (dado que los otros dos menores aceptaron la medida solicitada por la Fiscalía, que finalmente se les ha impuesto). La magistrada avala así el testimonio prestado por un testigo protegido que participó en la violenta riña –de hecho, está imputado por este motivo, aunque no se le responsabiliza de la muerte del aficionado– y justifica su tardanza en dar su versión de los hechos en que «temía por su integridad física». Una declaración que, además, está corroborada según la jueza por los mensajes de whatsapp remitidos por Álvaro, apodado «Kit-Kat», a su novia horas antes del enfrentamiento, de los que se deduce que «estaba dispuesto a todo».
La resolución da por probado que centenares de hinchas radicales de ambos clubes (entre ellos los tres menores expedientados), «simpatizantes de ideologías contrarias», se citaron «con el único fin de agredirse mutuamente». Blandiendo tanto Álvaro como Isaac «sendas defensas extensibles» (porras) y «portando un palo Javier Pedro», acometieron «de forma indiscriminada» junto al resto de hinchas a los aficionados del Dépor (que se habían desplazado a la capital con la consigna de «arrasar Madrid»), agrediéndose entre ellos de forma «tumultuaria y continuadamente», dejando un balance de decenas de heridos, varios de ellos por arma blanca.
«Tras observar cómo un joven mayor de edad golpeaba en la cabeza al aficionado del Deportivo» y que éste caía al suelo, el menor «valiéndose de la defensa extensible que portaba le golpeó con ésta en la zona abdominal y, con ánimo de causarle la muerte, continuó propinándole golpes» ayudado por otros tres jóvenes mayores de edad. Después, algunos de ellos, aunque no el menor, lo lanzaron al río Manzanares.
La autopsia a Jimmy certificó que falleció no de un golpe en la cabeza ni por la caída al Manzanares, sino «por los numerosos golpes que recibió en el abdomen, lo que le produjo la rotura del bazo y un derrame severo de sangre que resultó letal».
Y, aunque el menor negó que participara en los altercados, el testigo protegido le identificó como uno de los «dirigentes o capos» del Frente Atlético que intervinieron en la pelea, asegurando que golpeó «de forma reiterada» mediante «patadas y golpes con la porra» a Jimmy, «sin posibilidad de defensa alguna».
La magistrada considera su testimonio «sinceramente convincente» y «coherente», y descarta que exista una posible animadversión del testigo protegido hacia Álvaro. Y sus palabras están, además, «plenamente avaladas» por los mensajes de whatsapp remitidos desde el móvil de Álvaro. La jueza considera «fundamental» que, cuando su novia, muy intranquila, le pregunta si ha tenido algo que ver con la muerte del seguidor del Dépor («Dime que no has sido tú», le escribe ella), «lejos de tranquilizarle de inmediato, como hubiese sido lo razonable si no había nada que ocultar», le contesta horas después diciéndole que se quedó en casa estudiando y que no había ido al partido.
Para la jueza, Álvaro es autor de los delitos que se le imputan «sin género de duda», pues junto a sus acompañantes «propinaron distintos golpes a la víctima», provocándole graves lesiones «a consecuencia de las cuales falleció», al margen de quién llevara a cabo la «agresión letal».
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