Atlético de Madrid
Simeone evita la rutina
El Atlético se ha entrenado dos días en Las Rozas. Hoy la plantilla visita La Peineta
El Atlético se ha entrenado dos días en Las Rozas. Hoy la plantilla visita La Peineta
Simeone no quiere que la rutina por la falta de competición se apodere de sus jugadores antes de la final de la Liga de Campeones. Cuando se enfrenten al Real Madrid en Milán habrán pasado dos semanas desde su último partido contra el Celta. Demasiado tiempo para el Cholo. Por eso ha intentado evitar que sus jugadores caigan en la rutina durante estos días. Por eso se los ha llevado a entrenar los dos últimos días a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Y hoy toda la plantilla acudirá a visitar la que será su nueva casa a partir del verano de 2017, el estadio de La Peineta.
Simeone prepara la final y el club sigue trabajando para el futuro. A la espera de la renovación de Fernando Torres, el club ha cerrado esta semana la continuidad de Saúl y de Tiago. La entidad rojiblanca anunció ayer la renovación del portugués hasta el 30 de junio de 2017. El centrocampista rojiblanco reapareció en el último encuentro de Liga después de una fractura de tibia que le apartó durante cinco meses del equipo. «Es un jugador que nos aporta muchísima experiencia dentro y fuera del terreno de juego, lo que le hace muy querido tanto por sus compañeros como por la afición. Su jerarquía es vital para nuestro equipo y es un pilar fundamental del grupo», explica Caminero, el director deportivo.
La otra renovación que ha cerrado el Atlético es la de Saúl. El joven centrocampista rojiblanco amplió su contrato un año más, hasta 2021. El nuevo compromiso mejora la ficha del jugador y encarece su cláusula de rescisión. Los dos futbolistas son imprescindibles para Simeone.
Ahora, la principal preocupación es la renovación de Torres. Aunque como dice el delantero del Atlético: «Lo importante es lo importante». Y no hay nada que haga más ilusión en el club rojiblanco que ganar la Liga de Campeones.
Los jugadores de Simeone recibieron ayer la visita de los «vampiros» de la UEFA, que sometió a controles antidopaje a varios miembros del primer equipo.
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