Recital

La exhibición de golpes que dejó Alcaraz en la final de Río ante Schwartzman: dejadas, globos, ganadores... (vídeo)

El español sacó todo su talento para ganar, con 18 años, el primer ATP 500 de su carrera

Carlos Alcaraz golpea de derecha en la final de Río ante Schwartzman
Carlos Alcaraz golpea de derecha en la final de Río ante SchwartzmanAntonio LacerdaAgencia EFE

Cuando Carlos Alcaraz derrotó a Stefenos Tsitsipas en la tercera ronda del US Open 2021, el griego dijo: “Nadie golpea tan fuerte como Alcaraz”. Y que pega duro salta a la vista, pero detrás del tenista murciano hay mucho más, como demostró en la final del ATP 500 de Río de Janeiro, en la que derrotó a Diego Schwartzman (6-4 y 6-2) y cuyo resumen puede verse en este vídeo:

 

“La clave ha sido como he podido variar los golpes. Sabía que era lo que tenía que hacer y lo que me iba a dar la victoria”, analizó después el murciano. La muestra del catálogo de golpes que mostró fue infinita, pero llamaron mucho la atención las dejadas. Hasta cinco intentó sin fallo en el primer parcial. Se las llevó todas (minutos 1:32, 2:47, 3:35 del vídeo se ven algunas). Casi siempre las ejecutó con la derecha, alguna de ellas con una jugada calculada: saque abierto con mucho efecto y después la dejada con la derecha invertida al mismo lado, para pillar a contrapié; pero también logró alguna de revés. En el segundo set siguió con la estrategia.

Pero no se quedó ahí el juego del español. Así, por ejemplo, el segundo break lo consiguió con un passing de revés en carrera (minuto 4:01) y el último juego, con el que cerró el set, fue para enmarcar: saque y derecha; saque y dejada; y punto largo en el que resiste, obliga a Schwartzman a volear con dificultad para después pasarlo por arriba.

Todo eso junto con la demostración de potencia en sus tiros e incluso los cambios de altura para que el argentino no pudiera dar cómodo de revés, pues con ese golpe tiene un guante en la mano. Se trata sólo del segundo torneo que disputa Alcaraz este año, el primero en tierra batida. “Llevaba tiempo sin jugar en tierra y creo que he hecho un buen juego. He estado a un alto nivel y lo he disfrutado”, aseguró el español.

El triunfo le sirve para situarse el 20 de mundo en una carrera que parece estratosférica, pues apenas tiene 18 años y cuenta con dos títulos en su palmarés: el ATP 250 de Umag, que logró en 2021, y el ATP 500 de Río. No parece que estar en ese puesto tan privilegiado a una edad tan temprana le dé vértigo. “Me veo preparado para llegar a ese nivel. Me siento en un gran momento y estoy listo”, dijo. Su próxima cita será la Copa Davis en Marbella el 4 y 5 de marzo contra Rumanía, también en tierra. Ha decidido no acudir a Acapulco para descansar.