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Djokovic reconquista Australia con su octavo «grande»
El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, ha conquistado este domingo su quinto Abierto de Australia, primer ‘Grand Slam’ de la temporada, después de vencer en la final de Melbourne al escocés Andy Murray, sexta raqueta mundial, en cuatro sets (7-6(5), 6-7(4), 6-3, 6-0), un resultado que le da al balcánico su octavo ‘grande’.
Así, el de Belgrado, que releva al suizo Stanislas Wawrinka como campeón, se ha convertido en el segundo tenista con más Abiertos de Australia, solo por detrás del australiano Roy Emerson, con seis. ‘Nole’ añade así este título a los conseguidos en 2008, 2011, 2012 y 2013, ganando todas las finales a las que ha llegado en Melbourne.
Además, iguala los ocho ‘grandes’ logrados por los estadounidenses Andre Agassi y Jimmy Connors y el checo Ivan Lendl, y solo le quedan por delante los once del sueco Bjorn Borg, los 14 del estadounidense Pete Sampras y del español Rafa Nadal y los 17 del suizo Roger Federer.
En el quinto enfrentamiento entre ambos en una final de ‘Grand Slam’, Murray y su entrenadora Amelie Mauresmo planearon sacar hacia fuera a la derecha de Djokovic en el lado de ‘deuce’, mientras que Boris Becker parecía dar instrucciones a Djokovic de no dejar subir a la red a Murray.
Las dos estrategias funcionaron en los primeros juegos. Muy pronto, en el tercero, el balcánico se recuperó de un 0-40 con 1-1 en el marcador e inició una serie de cinco puntos consecutivos, rompiendo el siguiente servicio de Murray y confirmando la rotura en su saque (1-4).
Sin embargo, Murray supo responder y tras ganar su servicio sorprendió a su rival quebrándole. En el octavo juego, Murray abrió con una ventaja de 30-0, pero Djokovic no cedió y convirtió su segundo punto de ‘break’ para lograr una ventaja de 5-3. Con saque para ganar, el número uno del mundo requirió la asistencia del fisioterapeuta en la pista para que le mirase el pulgar de su mano derecha.
Así, la concentración le abandonó y permitió que el escocés, que forzó que tuviese dificultades para golpear de revés, igualase la contienda con el tercer quiebre consecutivo. Después de que ambos defendiesen sus saques, el primer set quedó condenado al ‘tie-break’. Djokovic, tras una doble falta inicial, se repuso y, con un resto de revés en la red de Murray, se adelantó en el partido tras 72 minutos de juego.
Más largo todavía (80 minutos) fue el desarrollo de la segunda manga, que presentó un guión casi idéntico al de la primera. Comenzó con la iniciativa el serbio, que en su primer juego al resto logró ponerse 2-0. Pero el campeón olímpico todavía no había hablado; defendió sus servicios y quebró dos veces seguidas a su rival.
‘Nole’ tuvo que esperar al octavo juego para volver a igualar la contienda, con un nuevo ‘break’, un hecho que disparó el ritmo del partido y permitió al público de Melbourne disfrutar de juegos largos y disputados -con bola de ‘break’ desaprovechada por Murray-. De nuevo el set quedaba por decidirse en la muerte súbita; en ella, el británico estuvo más fuerte tanto en el saque como desde el fondo de la pista.
Menos favorables pintaban las cosas para el número uno del mundo al inicio del tercer parcial, en el que cedió el primer punto al saque y en el que se puso 0-2 abajo. Los problemas físicos que evidenciaba el serbio parecía que le costarían el set, pero ‘Nole’ está hecho de otra pasta.
El balcánico enlazó tres juegos ganados consecutivos y volvió a tener la iniciativa. Una nueva rotura en el octavo juego terminó por darle la victoria en la manga.
Con un Murray lastrado física y psicológicamente, el cuarto set trajo consigo menos dificultad de la esperada para Djokovic, que pronto se puso 5-0 después de tres roturas. En su último saque, en su segunda bola de partido y tras tres horas y 39 partidos, sentenció la contienda con un ‘rosco’ y alzó su octavo ‘grande’, quinto en Australia.
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