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La liberación de Garbiñe

Muguruza ejecuta un revés a dos manos en su victoria ante Sevastova
Muguruza ejecuta un revés a dos manos en su victoria ante Sevastovalarazon

Alcanza los octavos en Australia con buenas sensaciones. «Estoy más calmada», dice.

«Quería venganza, me dolió la derrota en el US Open y quería un sabor diferente», reconocía Garbiñe después de sacar de la pista a Sevastova y plantarse con las mejores sensaciones en los octavos del Abierto de Australia. La letona mandó directamente al diván a Muguruza en la segunda ronda del último grande del curso pasado. Aquel día, la española protagonizó uno de esos apagones que le suceden de vez en cuando y en los que más que ser derrotada por la rival lo hace ella misma. Nervios, errores no forzados, malas caras y actitud derrotista son las características de esos días. Todo lo contrario que su último partido en Australia, precisamente ante Sevastova, y en el que firmó su mejor actuación de lo que va de temporada. Sonrisa, energía en la celebración de cada punto y la contundencia que le ha llevado a un título de Grand Slam y a otra final. Si ella está bien, no hay debate, saca el cañón y el debate acaba pronto. Ayer, titubeó al principio cediendo el servicio de entrada, pero después fue un huracán (6-4 y 6-2 en 63 minutos de juego.

«Estoy más calmada, estoy logrando marcar distancia de todas las emociones que vas pasando en un partido. No enfadarme, analizar menos e ir a por el siguiente punto, manteniendo mensajes positivos siempre, por que si tengo negatividad no va a ir bien... Cosas simples», admitía después de una semana bastante provechosa. «Saco cosas positivas de estos días. Estoy orgullosa de lo que he hecho en la pista, tratando de estar positiva, así que espero poder seguir así. La verdad es que trato de no analizar tanto y simplificar», confesaba.

Si la cabeza no le atormenta su tenis fluye y es tan favorita como cualquier otra en Melbourne. «Me veo preparada... Para el título no sé, si ni siquiera sé quién tengo en el cuadro. Solo sé que ahora me toca Cirstea». La rumana es su próximo escalón, en teoría adecuado para que la española continúe cargándose de confianza.

En el cuadro masculino no hubo sorpresas y Federer dio un pequeño golpe de autoridad arrollando al primer rival de entidad que se ha encontrado. En tres sets eliminó a Berdych (6-2, 6-4 y 6-4), que cayó derrotado en sólo una hora y media.