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Nadal, el amo del universo

Conquista el Abierto de Estados Unidos, su décimotercer «Grand Slam», después de derrotar a Novak Djokovic por 6-2, 3-6, 6-4 y 6-1

Rafael Nadal levanta su segundo trofeo Open USA
Rafael Nadal levanta su segundo trofeo Open USAlarazon

En la capital del planeta, Nadal es el amo del universo. Rafa derrotó en la final del Abierto de Estados Unidos a Novak Djokovic en un partido intensísimo, desbordante de intensidad y que se resolvió en cuatro sets, 6-2, 3-6, 6-4 y 6-1 después de tres horas y 19 minutos de final. La lista de la ATP miente. Nadal en 2013 es el mejor jugador del mundo. Djokovic figura como número uno, pero esta temporada el español es el gran dominador del circuito. Da igual la superficie. Tierra batida, pista dura... El lunar de Wimbledon no oculta un ejercicio maravilloso y más considerando de donde venía Rafa. Hace menos de siete meses había dudas sobre cómo respondería su físico. No lo ha podido hacer mejor. Con su segundo título en Nueva York, su décimotercer «Grand Slam», Rafa ofrece este curso unas cifras mareantes. Increíbles para él mismo y para su entorno. Aumula diez títulos, a uno del récord de once que logró en 2005, después de competir en trece torneos y restan todavía dos meses de temporada. 22 victorias seguidas en pista dura, 60 torneos ganados en su carrera, ocho años seguidos ganando al menos un «Grand Slam... Nadie en la historia del tenis había hecho algo así. Rafa en 2013 vuelve a ser el más grande.

Después del «drive» ganador con el que cerró el tercer set, se agachó, cerró el puño con fuerza y celebró con rabia el punto que le situaba en la senda de su segundo triunfo en Flushing Meadows. No era para menos. La agonía con la que Rafa resolvió la tercera manga desquició a Djokovic, que durante muchos minutos creyó que la final era suya. Porque el serbio tuvo oportunidades, pero Rafa fue más Nadal que nunca en los instantes críticos. Cuando a todo el mundo le tiembla la raqueta, él es capaz de mantener la serenidad. Y eso también lo ha logrado ante el serbio. La superioridad psicológica que en un momento dispuso Djokovic sobre Rafa ya no existe.

Y es que nadie es capaz de salir de situaciones críticas como lo hace él. En plena crisis, después de ser arrollado en el segundo set de la misma forma que él se había apuntado el primero, Nadal se vio con 0-2 y una bola de «break» en contra. La salvó, pero en el noveno juego se encontró con un reto todavía más exigente. Djokovic se situó 0-40. Si lograba el «break» disponía de su servicio para situarse 1-2 en la final. Con paciencia, sin errores, sumó un par de puntos. Un «ace» borró la tercera oportunidad de ruptura y dejó al balcánico con la responsabilidad de sacar. Pensando en la oportunidad perdida, «Nole» se encontró con una bola a media pista y a media altura. La estrelló contra la red. Lo que sucedió después fue la prueba de que la mente de Rafa sigue siendo la más poderosa de la ATP.

Djokovic se había autodestruido con ese error y en el cuarto set, Rafa mostró la consistencia que le ha convertido en el dominador de la mini-temporada norteamericana sobre pista rápida. Destruyó al balcánico sólo como lo puede hacer un número uno. Sus lágrimas sobre Flushing Meadows no podían estar más justificadas.

La sensatez del clan Nadal

La Real Federación Española de Tenis se planteó fletar un avión privado para que Rafa Nadal se incorporase lo antes posible al equipo español de Copa Davis, que jugará la eliminatoria por la permanencia en el Grupo Mundial ante Ucrania del 13 al 15 de septiembre. Pero Rafa y su entorno decidieron, tras alcanzar la final del Abierto de Estados Unidos que se celebró en la madrugada de ayer, que no era muy conveniente que la RFET realizara un gasto semejante. El número dos del mundo llegará a Madrid hoy y las primeras sesiones de entrenamiento en la tierra batida de la Caja Mágica, donde ayer ya trabajaron sus compañeros, las realizará mañana.