La menor de las Williams derrota a su hermana y supera en Australia el récord de «Grand Slams» de Steffi Graf

Cuando Serena Williams (26-9-1981, Saginaw) ganó su primer Grand Slam el euro no existía, Rafa Nadal era campeón de España infantil de dobles y Roger Federer, un adolescente que rompía raquetas en la que era su primera temporada completa como profesional. Fue en el siglo pasado, en 1999, sin haber alcanzado la mayoría de edad, cuando Serena derrotó a Martina Hingis para levantar su primer Abierto de Estados. Después han caído otros 22. Melbourne acogió el vigésimo tercero. Derrotó a su hermana Venus por un doble 6-4, superó el récord que tenía la legendaria Steffi Graf y recuperó el número uno del mundo. Ahora «sólo» le queda por delante el desafío de Margaret Court, alcanzar los 24 «Grandes» que logró la australiana antes de la Era Open.

«Me hace sentirme grande. He estado buscándolo desde hace mucho tiempo. Cuando lo tuve en mi radar sabía que tendría la oportunidad de lograrlo y ahora estoy aquí. Y no hay mejor lugar para hacerlo que Melbourne. Me siento en la cima», afirmó después de derrotar a la que es su víctima favorita en las finales de Grand Slam. Siete de los 23 que ha ganado lo ha hecho con su hermana enfrente, su siguiente víctima es Maria Sharapova (3). El partido no fue uno de esos duelos salvajes que protagonizaban las hermanas a principios de siglo. Sigue habiendo saques a velocidad de circuito masculino, intercambios de golpes que la mayoría de sus colegas sólo imaginan, pero los errores ocupan un lugar importante en la estadística de sus partidos. Da igual. Siguen siendo únicas, especialmente Serena. La presencia de ambas en la final revela la horfandad de nuevas estrellas en el circuito femenino. A la espera del regreso de Maria Sharapova, la escasa fiabilidad de Kerber, Radwanska, Pliskova o Garbiñe Muguruza sitúa a las Williams en primer plano. Serena está camino de los 36 y ha reconquistado el número uno. Venus tiene un año más y su actuación en Melbourne ha tenido bastante de resurrección. Nunca una final de un «Grande» tuvo dos protagonistas que sumaran 71 años y 11 meses.

En realidad lo de menos fue el tenis. El abrazo entre ambas al final del partido, los gestos en la ceremonia de entrega de premios, el «tu victoria es mi victoria» de Venus... Se las vio más unidas que nunca. «Este título no lo hubiera ganado sin ella. En realidad ninguno de los 23 ‘‘Grand Slams’’. Sin ella, las hermanas Williams no hubieran existido», dijo Serena emocionada en su parlamento. Dieciocho años después de ganar su primer «Grande», la menor de las hermanas está preparada para seguir haciendo historia.