Una imagen que gana puntos

Madrid- En 2004, cuando Rafa Nadal sólo era un esperanzador proyecto de tenista, la marca automovilística Kia se fijó en él y lo fichó. Acierto pleno. El cazatalentos dio en la diana y el «matrimonio» perdura. Cada cuatro años, deportista y firma renuevan los votos de confianza. Todavía les unen tres más. Nadal está a gusto y los surcoreanos, encantados. Con él han aumentado sus ventas. Rafa transmite confianza, y éxito. Todo ello se sustancia en un contrato de aproximadamente dos millones de euros por temporada y se calcula que sus ingresos anuales por el concepto de patrocinio se elevan a 22 millones de euros, según la última lista de Forbes, en la que el manacorense ocupa la decimosexta posición entre los deportistas con más ingresos.

Sebastián, el padre de Rafa, es quien se encarga de gestionar los patrocinadores, que aumentan en número y en colaboración económica a medida que el tenista gana torneos y avanza en el escalafón. Sin embargo, aún se mantiene lejos de la cabeza de los deportistas mejor pagados del universo. El número uno lo ha recuperado el golfista Tiger Woods (59,6 millones de euros de ingresos anuales); le sigue un tenista, Roger Federer, quien, a pesar del declive, continúa ganándose a los «sponsors». El suizo, al margen de premios, obtiene unas ganancias de 54 millones. El tercero es una leyenda de la NBA, Kobe Bryant (46,8); el primer futbolista, en octavo lugar, sigue siendo David Beckham (35,6), por delante de Cristiano Ronaldo (33) y Lionel Messi (31).

Mas no sólo de patrocinadores vive el mejor tenista del momento, aunque en el ranking de la ATP aparezca en el número 5. A lo largo de su carrera, desde que lo cogió Kia cuando ni siquiera aparecía entre los cien primeros del mundo, Nadal ha ganado en premios 60 millones de euros.

El triunfo en París le ha supuesto una bolsa de un millón y medio de euros –la mitad para Ferrer–, que llegan a los 2,28 una vez sumadas las aportaciones de las eliminatorias superadas en Roland Garros. De los ocho torneos anteriores acumulaba 3,7 millones. A falta de la hierba de Wimbledon, del cemento neoyorquino de Flushing Meadows y de otras pistas similares, suma este curso 6 millones de ingresos en premios.

Nadal tiene 27 y todavía una carrera por delante.