Mutua Madrid Open

Una tierra para Nadal

Tras la polémica pista azul, en Madrid se jugará sobre una superficie como la de Roland Garros «La mejor desde que se disputa el Open», opina Rafa

RAFA NADAL, durante su entrenamiento de ayer
RAFA NADAL, durante su entrenamiento de ayerlarazon

«Très bien, très bien» («muy bien, muy bien»), dice un supervisor a apenas diez días del comienzo del Mutua Madrid Open, mientras dos tenistas prueban la pista central. Su acento francés delata el origen de la tierra sobre la que se está disputando el torneo este año: una cantera del norte de París, la misma que abastece a otras grandes citas como Roland Garros. Y su reacción y las afirmaciones con la cabeza confirman que todo iba bien. Tras la polémica del año pasado por la tierra azul, que hacía a los jugadores resbalarse, el Masters de Madrid ha echado el resto. «La pista está muy bien, en unas condiciones perfectas. Es la mejor tierra desde que se juega el Open», reconoció Nadal, que no debutará hasta pasado mañana, contra el ganador del duelo entre el francés Paire y el brasileño Souza.

El proceso de construcción de las nuevas pistas comenzó en septiembre. Se excavó para destruirlo todo y empezar de cero: una capa de piedra volcánica de Ciudad Real, el craón traído de París y, encima de todo, el polvo de ladrillo. «Es positivo ver que un torneo hace todo lo que puede para que estemos cómodos», reconoció Djokovic, que en la pasada edición amenazó con no volver si continuaba el azul. «La controversia de la tierra azul creo que nos abrió los ojos a tener una pista de calidad este año. Veremos un mejor torneo», opinó Federer, que vuelve a competir después de un parón de dos meses y que defiende título.

«Pero éste es el torneo más difícil para nosotros, por la altitud», recuerda Toni Nadal, que sigue trabajando con su sobrino y pupilo para que juegue más agresivo, para que acorte los puntos y sus rodillas sufran menos, «como logró en Acapulco contra David Ferrer o en Indian Wells con Federer, Berdych o Del Potro», añade Toni. También para aliviarlas de trabajo, el número cinco del mundo se entrena menos que antes. «Vamos con cuidado», reconoce su técnico. Pero, ¿juega pensando en las rodillas? «No sé, eso hay que preguntárselo a él, no hablamos de ello», responde. «Nadie habría podido imaginar que después de siete meses sin jugar hubiéramos disputado seis finales y ganado cuatro», concluye Toni.