Barcelona

Un bronce inesperado

Mireia Belmonte muestra la medalla de bronce conseguida en la final de 200 m estilos individual femenino de los Campeonatos del Mundo de Natación
Mireia Belmonte muestra la medalla de bronce conseguida en la final de 200 m estilos individual femenino de los Campeonatos del Mundo de Nataciónlarazon

Primera final y primera medalla. Mireia Belmonte se estrenó en los Mundiales del Sant Jordi en la prueba en la que menos se la esperaba. Ganó el bronce en los 200 estilos en una final en la que nadó de menos a más, a mucho más, y en la que la faltaron un par de brazadas para alcanzar el segundo puesto del podio. La mejor nadadora española de la historia se quedó a las puertas de la final de 400 libre –allí apareció la plata Melanie Costa–, pero en la disciplina más complicada para ella demostró una capacidad competitiva extraordinaria empujada por el apoyo de las gradas del Sant Jordi. Los metales estaban por debajo de los 2:10 y ella nadó en 2:09.45, se quedó a sólo seis centésimas de la plata. La húngara Katinka Hosszu confirmó los pronósticos y se llevó el oro con 2:07.92. La australiana Alicia Coutts, con 2:09.39, fue segunda.

Mireia tenía que procurar conservar todas sus opciones de podio en los primeros 100 metros. Se trataba de no despedirse de las medallas después de las piscinas de mariposa y de espalda. En el primer tramo iba cuarta; en la espalda cayó hasta la quinta plaza. «Me sentí rara y el viraje de la espalda a la braza no lo hice bien», confesó luego. Llegaba a los últimos 100 metros retrasada. El oro estaba demasiado lejos, pero las otras dos medallas seguían a su alcance. Con la gran favorita, la china Shiwen Ye, doble campeona olímpica en Londres, muy lejos de poder pelear por las medallas, las opciones aumentaban. Mireia llegó cuarta a la última piscina. Estaba donde tenía que estar para tocar metal. Sus últimos 50 metros fueron los mejores de las ocho finalistas. Su extraordinario potencial en estilo libre apareció también en una prueba de velocidad como son los 200 estilos. Cada brazada la acercó un poco más al podio hasta que en los últimos metros fue a por la australiana Coutts. Se quedó a seis centésimas. «No puedo pedir más, en la peor prueba de las seis en las que compito he ganado una medalla», declaró antes de recibir su primera presea en un Campeonato del Mundo. La quedan cuatro pruebas y todo puede pasar. «La medalla no es que dé tranquilidad porque aún quedan muchas pruebas, pero me da confianza y fuerza», afirmó. Y luego tuvo una especial dedicatoria: «Esta medalla va dedicada a los familiares y las víctimas del accidente de Santiago». Enorme Mireia.