Fútbol
Uzoho, dos partidos con el Dépor y al Mundial
«Es un portero muy joven y muy bueno», dice el capitán de Nigeria, Obi Mikel de Francis Uzoho, el portero de Nigeria, que ha pasado en un año de jugar en el juvenil del Deportivo a estrenarse en un Mundial. «Lo mejor es que siempre está tranquilo, es bueno para él y bueno para nosotros», admite Mikel. «Sabe cómo trabajar con presión, tiene mucha responsabilidad. Trato de hablar con él, pero es importante para nosotros que haga su trabajo. Y lo hace».
Para llegar hasta Rusia sólo ha necesitado jugar dos partidos con el primer equipo del Deportivo, pero el camino hasta llegar allí ha sido largo. «Al principio en mi casa me hicieron casi imposible ser futbolista. En mi familia siempre se priorizaron los estudios. Cuando regresaba de jugar al fútbol, mi padre me golpeaba; era duro, pero al día siguiente volvía a escaparme a jugar», contaba hace unos meses en una entrevista con «La Voz de Galicia». «Creo que eso también me ayudó de algún modo, me hizo crecer en mi determinación», añadía. Su padre asociaba el fútbol con la vida en la calle y las malas compañías. Prefería que jugara al balonmano. Hasta que empezó a ganar dinero con el fútbol, no mucho, y su padre comenzó a asumir que podía ser un buen camino. También jugó al baloncesto y, en realidad, nadie se tomaba en serio su camino como futbolista hasta que fue convocado por la selección nigeriana sub'17, con la que se proclamó campeón del mundo.
Aunque a los 14 años, después de participar en una Copa Coca-Cola, lo reclutó la Academia Aspire para formarlo en Qatar. Allí estuvo cuatro años, en los que dejó de probarse como delantero para convertirse definitivamente en portero. «A veces lo echo de menos», reconoce. Pero fue en la portería donde comenzó a hacer carrera. También ayudado por la casualidad. Fue convocado para el Mundial sub'17 después de que los tres porteros que estaban por delante en las preferencias del entrenador suspendieran los tests de edad de la FIFA. Otra vez la casualidad, y la desgracia, se pusieron de su lado para llegar a la absoluta. El guardameta del Wolverhampton, Carl Ikeme, sufre leucemia y su ídolo Enyeama, no ha vuelto a ser el mismo desde que Bielsa lo apartara del Lille.
«No soy el nuevo Enyeama», dice. Es un admirador suyo, pero todavía no se ve capacitado para ponerse a su altura. «No tengo miedo de jugar con él en el debut contra Croacia», admitía el seleccionador nigeriano Gernot Rohr. Tras la derrota, el técnico no ha perdido la confianza en él. Ya ha jugado más partidos con Nigeria que con su equipo.
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