Vallejo, te toca

El central, del que destacan su profesionalidad, aún no ha debutado. Hoy, en Fuenlabrada, puede jugar sus primeros minutos.

Sergio Ramos es el futbolista con más minutos del Real Madrid y entre los diez primeros están los cinco defensas (el capitán, Carvajal, Varane, Marcelo y Nacho) porque es la zona donde menos refuerzos tiene Zidane para alternar. El relevo de Carvajal es el canterano Achraf y el cuarto central es Jesús Vallejo, el futbolista de 20 años que se incorporó este verano a la plantilla blanca y que por lesiones y por razones tácticas aún no ha disputado un minuto con el conjunto blanco. Hoy, en Fuenlabrada, en la ida de la Copa, sabe que puede ser su gran oportunidad para vestirse la camiseta blanca de manera oficial.

Las rotaciones serían noticia en un choque como el de esta noche si no fuera porque Zidane hace tantas en tantos partidos que lo de hoy es casi como rutina. Aunque es probable que juegue algún futbolista del filial, gran parte del equipo va a estar formado por jugadores habituales en otros encuentros. «Una de sus características desde que se hizo cargo del equipo es que tiene a todos enchufados y se sienten muy importantes», explicaba ayer Calderón, el entrenador del Fuenlabrada. «Los que a priori no son primeros espadas, cuando salen se sienten grandes y la verdad es que son muy buenos futbolistas». Es verdad que cada vez cuesta más distinguir titulares y suplentes dentro del vestuario, pero Vallejo tiene claro que está en el segundo grupo. Cedido al Eintracht de Frankfurt la pasada campaña, en esa política del Madrid de fichar a los jóvenes talentos y foguearlos fuera, la marcha de Pepe le abrió la puerta del vestuario de la primera plantilla y el dorsal.

Y una vez en el Madrid, lo que haga depende de él. Sabe que es joven, que es el nuevo, que está rodeado de jugadores de talento inmenso y que tiene que ser paciente, porque no hay un entrenador como Zidane que recompense la paciencia. Sin jugar como le gustaría, en el Madrid «alucinan» con su profesionalidad. Según los análisis del cuerpo médico, físicamente está perfecto, pero es él quien pide más programas físicos para llevárselos a casa y mejorar y estar a punto para encuentros como el de la Copa.

Criado en el Zaragoza, madurado en Alemania, en el Madrid se muestra aún reservado: es el último en llegar y quiere hacerse un mapa de la situación. Por eso pregunta antes de hacer algo y es como una esponja que lo absorbe todo para no sorprenderse. El Real Madrid es otro mundo en el fútbol y Vallejo no está dispuesto a perderse ningún detalle.

Es un futbolista diferente y los que le ven todos los días dicen con cierta sorpresa que suele vérsele con un libro de papel en la mano, lo que no es corriente en el fútbol de elite, porque los jugadores prefieren otras cosas o se mueven con tabletas o libros electrónicos. Vallejo empezó a estudiar Derecho, pero lo abandonó para ponerse con INEF.

Con la cabeza bien amueblada es consciente de que no es sencilla su pelea por un puesto en el equipo: Sergio Ramos es ya un mito que está en la historia de la entidad; Varane es joven, pero tiene kilos de experiencia y a Nacho, una vez que ha convencido a todos por su personalidad, no lo va a mover nadie. Vallejo tiene el ejemplo del canterano para seguir su camino: poco a poco, con muy pocos errores o ninguno, y con una visión a largo plazo. En la última convocatoria de la sub’21 le preguntaron por cómo estaba siendo su vida en el Madrid: «Me gustan este tipo de aventuras y estar en un club tan grande como el Madrid y ganarme un puesto allí». Cuando era más joven le gustaba correr la banda, pero ahora, de central, conoce que su trabajo es transmitir seguridad a sus compañeros. Hoy es un buen día para ponerse a ello.