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Lagarde anuncia una revisión de la estrategia del BCE desde enero

“Tendré mi propio estilo”, dice la francesa en su estreno al frente de la política monetaria de la eurozona

Press conference on ECB Governing Council
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ayer, en su primera rueda de prensa como responsable de la política monetariaARMANDO BABANIEFE

En pleno debate sobre la división interna y con el trasfondo de la guerra comercial y el consiguiente cansancio de la economía, el debut ayer de Christine Lagarde como nueva presidenta del Banco Central Europeo (BCE) se anticipó como un avance de la revisión estratégica que, a partir de ahora, tomará la política monetaria. “Tendré mi propio estilo, no comparen”, aseguró la primera mujer al frente del organismo rector europeo y, como prueba, la revisión (a partir de enero) de la estrategia de objetivos y herramientas de largo plazo, que espera tener terminada para finales de 2020."No hay nada inusual ni extraordinario en la revisión estratégica", subrayó la banquera francesa, que recordó que la última vez que el BCE llevó a cabo este proceso fue en 2003. “Han pasado 16 años y es legítimo llevarla a cabo ahora”, argumentó. Con esta decisión la entidad buscará hacer frente a nuevos desafíos como los planteados por la tecnología, el cambio climático o la desigualdad. Algo que Lagarde ya anunció antes de comenzar su mandato y después de que las medidas adoptadas en septiembre fueran muy criticadas públicamente por algunos miembros del Consejo de Gobierno y por la prensa de algunos países como Alemania. Hasta entonces, Lagarde mantuvo la estela con la que se despidió su antecesor, Mario Draghi, y mantuvo los tipos de interés sin cambios.

Revisión del crecimiento

Asimismo, informó de las nuevas perspectivas del BCE, en la que se revisó ligeramente al alza la previsión de crecimiento para este año, hasta el 1,2% desde el anterior 1,1%, mientras que recortó una décima el pronóstico para 2020, cuando anticipa una expansión del 1,1%. Según la nueva presidenta, la desaceleración del crecimiento de la economía de la zona euro ofrece signos de estabilización al mismo tiempo que se registra un moderado aumento de la inflación subyacente. “Los datos más recientes apuntan a la persistencia de débiles presiones de inflación y a una dinámica de crecimiento débil de la zona euro, aunque hay algunos signos iniciales de estabilización en la desaceleración del crecimiento y de un leve aumento en la inflación subyacente”, señaló.En este sentido, la banquera francesa añadió que los riesgos para las perspectivas de crecimiento de la zona euro “continúan inclinadas a la baja” como consecuencia de factores geopolíticos, el aumento del proteccionismo y de las vulnerabilidades en mercados emergentes, aunque Lagarde destacó que esta inclinación “es algo menos pronunciada”. Sobre la inflación, Lagarde reconoció la tasa del 1,6% prevista para 2022 refleja una ligera tendencia alcista y un avance en la buena dirección, aunque subrayó que no es un nivel que permita dar por cumplido el objetivo del BCE. De este modo, la ex directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó el sustancial estímulo monetario prestado a la economía por las medidas adoptadas por el BCE y ha asegurado que el Consejo de Gobierno “sigue preparado para ajustar todos sus instrumentos, como sea apropiado, para garantizar que la inflación avanza de forma sostenida hacia el objetivo, en línea con su compromiso de simetría”. No obstante, tal como hiciera Draghi en reiteradas ocasiones, defendió que para obtener todos los beneficios de las medidas de política monetaria implementadas, “otras áreas de política deben contribuir de manera más decisiva a aumentar el potencial de crecimiento a más largo plazo, respaldar la demanda agregada en la coyuntura actual y reducir las vulnerabilidades”.