Impuestos
El impuestazo digital restará 560 millones a las empresas punteras
La llamada «tasa Google» mermará el PIB nacional en 660 millones. Fedea y PwC advierten que este tributo lo acabarán pagando íntegramente los usuarios
La investidura del Gobierno socialcomunista ha disparado todas las alarmas en las empresas y plataformas digitales que operan en España, que temen que la aplicación del anunciado nuevo impuestazo digital, la denominada «tasa Google», tenga un impacto desestabilizador en sus balances. A principios de 2019, el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez dio luz verde a la creación del nuevo impuesto, que gravará los servicios digitales con un 3% sobre los ingresos obtenidos por la publicidad en línea, los servicios de intermediación y la venta de datos. Este nuevo gravamen será obligatorio para todas las empresas con ingresos anuales superiores a 750 millones de euros a nivel global y con ingresos en España que superen los tres millones. En un informe, la consultora PwC advertía de que el impacto de este gravamen acabaría repercutiendo directamente sobre los consumidores, que serán los que finalmente terminarán pagándolo, ya que el coste asociado a este tributo se trasladaría a las empresas usuarias de sus servicios, las que cobran al cliente final. En total, calculaba que el beneficio de las empresas se reduciría en más de 560 millones de euros como consecuencia de la implantación de este impuesto digital. Este análisis señalaba asimismo que esta medida fiscal mermaría el PIB nacional hasta en 662 millones, ya que el aumento de precios para compensar el impuesto supondría una caída de las ventas y del beneficio de las empresas al subir los costes, lo que llevaría a un descenso de la actividad económica, la inversión empresarial y el consumo. Además, el impuesto provocaría tres consecuencias negativas para el negocio en la red: implicaría un coste añadido de adaptación al sistema, tanto por parte de las empresas como de la administración tributaria, distorsionaría el mercado al perjudicar al negocio digital frente al no digital y lastraría y reduciría la inversión futura.
En su momento, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendió que el Ejecutivo mantenía una previsión inicial de recaudación por este tributo de 1.200 millones de euros anuales. Sin embargo, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) maneja otras cifras y rebajó esta estimación a unos 970 millones, en línea con el cálculo de la AIReF, afectando a un volumen de negocio digital de casi 32.000 millones. Esta fundación estima que esta rebaja en el volumen de recaudación se debe a que el tributo español a tres millones el límite europeo previsto de 50 millones de ingresos mínimos para estar gravado, lo ampliaría sustancialmente el número de empresas afectadas. Fedea también advierte de que el impuesto acabarán pagándolo los usuarios.
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