Agricultura

Los supermercados, a los agricultores: no vendemos a pérdida y los márgenes son ya muy ajustados

Se muestran abiertos a ayudar a que el sistema garantice el suministro y la estabilidad de los precios

Agricultores y ganaderos durante la protesta de hoy ante el Ministerio de Agricultura.
Agricultores y ganaderos durante la protesta de hoy ante el Ministerio de Agricultura.Luis DíazLa Razón

Precios justos. Eso es lo que reclaman los agricultores. Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de productos agrarios y ganaderos publicado por la organización agraria COAG, los productos agrícolas multiplicaron su precio en enero por más de cuatro desde la cotización en el campo hasta el precio de venta al público en las tiendas. En el caso de los derivados de la ganadería (carne, huevos, leche), su precio se habría triplicado. Pero aunque la diferencia entre unos y otros precios parezca excesiva, desde el sector de la distribución defienden que la formación de precios en España es “la adecuada”.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, aseguró tras el Consejo de Ministros del martes que se reuniría con la distribución como “parte de la solución del problema” del campo y convencido de que “será sensible” a la situación de los agricultores y ganaderos. Es “muy importante que la distribución contribuya a valorizar el trabajo del primario desde un punto de vista económico pero también reputacional”, aseguró Planas. La cuestión, defienden desde este sector, es que en España la cadena de precios es adecuada. “Se ha analizado la cadena en diversos estudios y la conclusión es que los precios se forman de manera adecuada”, explica Ignacio Magarzo, director general de Asedas, la patronal que representa a casi el 70% de los supermercados españoles y entre cuyos miembros están Mercadona o Dia. Según añade, el hecho de que en España haya una gran competencia en la distribución obliga a los supermercados a ajustar mucho los márgenes para poder competir y no perder cuota de mercado. “Si alguien pretende ofrecer precios más altos, se le come el de al lado”, explican otras fuentes del sector. España, recuerdan, es el país con los precios en alimentación más bajos de Europa, diez puntos por debajo de Italia.

Que las cadenas no tengan márgenes excesivos no implica, en ningún caso, que estén vendiendo a pérdidas determinados productos como el aceite de oliva para que hagan de reclamo, añade Magarzo. Existe algún caso, que no niega, pero asegura que “en el conjunto de la distribución, no hay nadie que diga que la venta a pérdida es buena. Nadie está de acuerdo”. En general, añade el directivo de Asedas, “la venta a pérdidas no forma parte de las estrategias comerciales, sobre todo en productos sensibles del sector agroalimentario”.

Para la distribución, la mejor solución para atender a la reivindicación de los agricultores de tener mejores precios pasar por la integración de la oferta. En países como Holanda o los nórdicos hay pocas cooperativas pero muy potentes con fuerza suficiente para negociar mejores precios. Un ejemplo, dicen, ilustra lo lejos que está España de esta solución: mientras que en algunos países hay tres cooperativas de leche y dos de carne, en España hay 1.110 de aceite de oliva. Pero en España, aseguran desde el sector, la existencia de las comunidades autónomas limita la posibilidad de que haya cooperativas más grandes pues impone fronteras. Amén de que el sector agrícola, añaden, es también “muy individualista”. La solución por la que se ha optado en nuestro país, la Ley de Cadena Alimentaria, enfocada a garantizar que los productos se entregan con un control y un precio, no ha resuelto el problema porque, según la distribución, en el sector agrícola hay “nichos sin control”. En cualquier caso, desde Asedas se muestran dispuestos a colaborar para lograr una estabilidad en el suministro y en el precio de los productos que, para ellos, son más que necesarias.

Sea una u otra la solución que se adopte, el sector de la distribución cree que es un tema complejo en tanto que afecta a diferentes productos y zonas y advierte de que lo que está sucediendo no es nuevo. “La situación es la misma que había hace seis meses. Lo que ha cambiado es que hay un nuevo Gobierno que a lo mejor es más sensible a las reivindicaciones del sector”, concluyen.