Coronavirus
¿Se va a notar el desplome del petróleo en el precio de la gasolina?
El coste que paga el consumidor en un surtidor es un 50% impuestos, un 15% costes fijos y solo el 35% depende del coste del carburante
El precio del barril de petróleo sigue en caída libre. Sin embargo, los consumidores tienen la sensación de que llenar su depósito de gasolina sigue siendo igual de caro. El crudo comenzó la semana con la mayor caída de su precio en 29 años por la propagación del coronavirus a los mercados. Con un desplome del 24% ayer, el precio del petróleo es ahora un 50% inferior al nivel con el que comenzó el año, cuando el temor al Covid-19 empezaba a implantarse. No obstante, esta caída no supone un gran abaratamiento del precio de los combustibles, ya que su precio final no depende del coste del crudo, sino del coste del carburante en el mercado internacional. Un factor que tan solo representa entre un 32% y un 37% del precio que los usuarios encuentran en las gasolineras o puntos de repostaje.
La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) afirma que no se puede “anticipar qué va a pasar con el precio de los carburantes” y recuerda que “sus precios no dependen directamente del precio del crudo, ya que este es simplemente la materia prima”. “Los coches no funcionan con crudo, sino con gasolina y gasóleo”, productos finales que requieren un proceso de refino, transporte y otros costes fijos. Por ello, “hay que fijarse en la cotización internacional de la gasolina y el gasóleo”, señalan fuentes de la Asociación. En este sentido, la estructura del precio del carburante se divide en tres partes. La primera de ellas es el coste del carburante, que depende de las cotizaciones internacionales de la gasolina y el gasóleo, no de la cotización del barril de petróleo. Así, aunque el barril de Brent se ha hundido hasta los 36 dólares, de referencia en Europa, las cotizaciones de los carburantes -que cuentan con sus propios mercados-, también se ven afectadas, pero no fluctúan del mismo modo. Estos mercados están influidos por la cotización del crudo, la negativa de Rusia a aceptar el recorte de producción propuesto por la OPEP, la oferta y demanda, de dónde proceda la materia prima o el cambio de dólar a euro. Teniendo en cuenta esta premisa, en enero de 2020, el coste de la gasolina al por mayor representaba el 32% de su precio (0,407 euros de 1,228 euros el litro) en los surtidores, y el 37% (0,448 euros de 1,198 euros el litro) en el caso del gasóleo.
La clave está en los márgenes
Los gastos fijos, como los costes de logística y comercialización, también “amortiguan esa variación porcentual de los precios”, explican desde AOP. Estos componentes suelen tener costes prácticamente invariables y rondan el 14% del precio de la gasolina (0,184 euros del total) y del gasóleo (0,166 euros del total) disponibles en las gasolineras. Precisamente, en este apartado se encuentran también los márgenes de beneficio del mayorista y minorista, donde el precio puede estar sometido a algún tipo de variación en función de la decisión de los gasolineros. Estos márgenes son establecidos “en un 80% de los casos por los empresarios de las estaciones de servicio”, quienes tienen esa potestad comercial. Además, la Ley de Hidrocarburos prohíbe que las petroleras recomienden precios a los empresarios y solo pueden intervenir en las estaciones de servicio que estén bajo su gestión. Llegados a este punto, los impuestos completan la mitad restante del precio que paga el consumidor al llenar su depósito. En concreto, son tres los impuestos que se aplican a la gasolina y el diésel: el IVA, el Impuesto Especial de Hidrocarburos y el Impuesto especial sobre ventas minoristas, que es la causa por la que el precio varía entre comunidades y provincias. En conjunto, representan un 54% -0,697 euros del total en el caso de la gasolina- y un 49% -0,583 euros en el caso del gasóleo- del precio final.
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