Coronavirus

Cuando cierran los clubs por coronavirus, las bailarinas strippers entregan alimentos

Se trata de una iniciativa que se desarrolla en Estados Unidos con muchísimo éxito

Cuando cierran los clubs por coronavirus, las bailarinas strippers entregan alimentos
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En algunas casas cuando suena el timbre de casa, al abrir, muchos ciudadanos se sorprenden al ver a una bailarina de “striptease” entregarles la comida pedida por internet. Y es que clubes como el “Lucky Devil Lounge” de Portland, en Oregón, tras cerrar sus puertas para intentar detener la propagación del coronavirus, y gracias a que la gobernadora permite aún las entregas a domicilio ha propiciado el nacimiento de "Boober Eats PDX, un servicio distinto al que nos ofrece Amazon.

Ataviados y ataviadas con sus mejores galas de su antiguo lugar de trabajo los y las strippers de clubes de baile por todo Estados Unidos reparten comida a domicilio que incluye mazorcas de maiz, alitas de pollo, hummus de pimiento rojo asado y patatas fritas, entre decenas de productos más. Su menú se puede ver aquí. Además, se puede incluir una propina para los bailarines/mensajeros a modo de donación por valor de una comida (10 dólares) o dinero en efectivo, sólo que no acabará en su ropa interior.

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Entre las 19:00 y la 1:00 horas, los clientes pueden pedir lo que les guste y la entrega mínima es de 30 dólares, incluso puedes añadirle tu cerveza favorita para acompañar platos de auténtica batalla. Ofreciendo “comida casi enseñando las tetas”, Boober Eats comenzó como una broma en Facebook hecha por el dueño del club, Shon Boulden. Sin embargo, después de que la gente comenzó a preguntar seriamente cómo podían pedir comida, Boulden se dio cuenta de que en realidad había tenido una buena idea de negocios.

Se trata de mantener en nómina a la mayor parte de empleados posibles, de los bailarines y de empleados de cocina, mientras que los camareros están al teléfono atendiendo los pedidos y actualizan las redes sociales. Los bailarines y bailarinas van siempre escoltados por un guardia de seguridad para evitar altercados, como los que provocan aquellos que quieran tocar a los trabajadores.