Coronavirus
La hostelería se hunde, es el sector con mayor destrucción de empleo
Pierde 181.148 puestos de trabajo en marzo ante la imposibilidad de abrir sus locales
El sector hostelero da por perdida la campaña de Semana Santa y mira con miedo al verano. «Si yo no voy a ir de vacaciones, dudo que los afectados por ERTE vengan a mi casa rural», cuenta Begoña, dueña de una casa rural en Burgos. «La gente va a preferir ahorrar», añade, y el ocio es lo primero que sucumbe. La hostelería se encuentra en el centro del huracán y ha perdido en marzo 181.148 afiliados a la Seguridad Social, un caída del 14,27% respecto al mes anterior, según los datos de paro y afiliación .
«Es un sector que presenta graves dificultades para mantener el empleo, cuya actividad es muy estacional y cuyos negocios se van a ver duramente afectados por el parón y por la bajada del turismo», señala la patronal Hostelería de España en un comunicado. El cierre de los locales de restauración y el confinamiento en casa ha hundido las ventas y las reservas. La hostelería concentra el mayor número de empleos destruidos, por delante incluso de la construcción, que ha perdido 150.000 empleos. Estos números «son solo un pequeño reflejo de la caída que se registrará a partir de abril», advirte la patronal. De acuerdo con sus cálculos, el sector da empleo a 1,7 millones de personas y supone el 6,2% del PIB nacional. En todas las comunidades hubo una evolución negativa del empleo hostelero respecto al año anterior, con el mayor descenso en Baleares (-9,2%), Andalucía (-5,9%), Aragón (-5,4%), Extremadura (-5%), y la Comunidad Valenciana (-4,7%). Aún así, el frenazo golpeará con más crudeza incluso a las regiones más turísticas, como las zonas de costa y famosas por su Semana Santa.
Begoña, por ejemplo, tenía 18 fines de semana ya reservados: «Todos se han cancelado y ahora mis clientes me están pidiendo la devolución de la fianza». «Cuando vino la crisis de 2009 subsistimos gracias la poca gente que veía a nuestra casa rural, el problema de esta crisis es que estamos cerrados», explica Begoña. «No sabemos cómo vamos a salir adelante sin ingresos y con todos los gastos que tenemos. Ni siquiera sabemos cuándo podremos abrir», cuenta preocupada esta autónoma. En este escenario de incertidumbre no sabe si podrá volver a contratar a sus trabajadores: «Tendré que recurrir a la ayuda de mi familia y trabajar 16 horas al día para ahorrar el dinero que no tengo».
El bar de Inma, ubicado en Moratalaz (Madrid), echó el cierre el pasado 14 de marzo . Esta autónoma tuvo que aplicar un ERTE a su único trabajador y ha tenido que prescindir de los extras que contrataba para los fines de semana. Desafortunadamente, Inma no contaba con servicio a domicilio, por lo que ahora mismo no cuenta con ningún ingreso y sigue pagando las cuotas y sus gastos: «De momento no nos han dado ninguna ayuda». Al igual que Begoña, Inma no sabe cuándo podrá abrir su bar y teme que la clientela puede verse resentida por la situación económica.
Menos trabas para las empresas
Hostelería de España critica las dificultades que afrontan las empresas a la hora de tramitar ERTEs y solicita más medidas al Ejecutivo, como flexibilizar la financiación bancaria, moratorias en hipotecas y créditos, suspender la cotización a los autónomos del sector o permitir no pagar el alquiler de los locales mientras estén sin actividad.
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