Economía

Sánchez confía en un acuerdo de “envergadura” que vaya a “sentar muy bien” a los mercados y a los europeos

El jefe del Ejecutivo español apuesta por dar una respuesta que de tranquilidad a los ciudadanos

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España está convencida de que el acuerdo que salga para el fondo de recuperación europeo acabará siendo muy bueno para sus intereses porque el país seguirá recibiendo una importante inyección para recuperarse a pesar de la ya inevitable bajada de las ayudas directas.

Así lo entienden en la delegación española en esta cuarta jornada de negociaciones en la que hay un mayor optimismo que ayer sobre la posibilidad de conseguir el consenso de los Veintisiete para sacar adelante el fondo.

El presidente del Consejo, Charles Michel, que ayer insistía -al igual que la Comisión, Alemania, Francia y otros aliados de España- en que la partida de ayudas a fondo perdido no podía bajar de los 400.000 millones de euros hoy ha puesto sobre la mesa una cantidad inferior, de 390.000 millones.

Esta importante bajada -desde los 500.000 millones para ayudas directas con los que partía la propuesta inicial del fondo- no supone un fracaso para la delegación española, porque entienden que al país le seguirá correspondiendo una importante inyección.

No quieren aún detallar cuánto le correspondería a España, entre subvenciones y préstamos del total del fondo -que si el acuerdo sale adelante sería finalmente de 700.000 millones-, y en cuánto bajaría con respecto a los 140.446 millones que habría recibido el país si se hubiese aprobado el montante inicial.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mantenido en estos cuatro días un perfil muy discreto, sin querer hablar con los medios -sólo hizo una breve declaración a su llegada la primera y la cuarta jornada- y sin dar detalles, ni él ni su equipo, de cómo iban transcurriendo las negociaciones o cuál estaba siendo su papel.

En la delegación española aseguran a Efe que ese perfil bajo ha sido voluntario y como parte de su estrategia para asumir en las conversaciones un “papel estabilizador”.

Vuelven a asegurar, así, que Sánchez ha estado en el centro de las negociaciones, y ponen como ejemplo las horas que pasó durante buena parte de la pasada noche reunido con la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron, y los primeros ministros de Italia, Portugal y Grecia.

Una noche en la que desde varias delegaciones se insistió en reprochar el comportamiento de los países "frugales", y especialmente el de Holanda y Austria por su empeño de bloquear. Como apuntan fuentes diplomáticas, estos países estaban adoptando el papel "obstruccionista" que hasta ahora había tenido siempre Reino Unido.

Esta tarde, a su llegada al Consejo, Sánchez no ha querido criticar directamente a nadie y ha subrayado que entre los Veintisiete “no hay gobiernos más o menos europeístas”. “Todos somos europeístas”, ha dicho.

Pero las fuentes consultadas sí reprochan la actitud de los frugales de estos días, que identifican también como un intento de rebelión de los estados pequeños frente al eje franco-alemán de Macron y Merkel.

Sánchez ha sido hoy, como la mayor parte de los líderes que han hablado a su llegada al Consejo, mucho más optimista que ayer, aunque en la delegación española no quieren aventurarse sobre en qué momento llegará el acuerdo final, y esperan en cualquier caso que sea ya en las próximas horas.

El Consejo está llamado a dar una “respuesta de envergadura a la altura del desafío gigantesco” que encara el bloque comunitario y que tendrá que superar “durante los próximos años, como sociedad y como proyecto común”. Los líderes reanudan esta tarde la reunión, tras haber negociado toda la madrugada hasta casi las 06:00 horas, cuando acordaron un receso y encargaron al presidente del Consejo europeo, Charles Michel, una nueva propuesta con el tamaño global del fondo de recuperación aún abierto, pero que reservara hasta 390.000 millones de euros a transferencias.

La cumbre vivió los episodios de mayor tensión este domingo, con los países del norte (Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Austria y Finlandia) pidiendo más recortes y el resto de socios acusándoles de “instrumentalizar” y “bloquear” la negociación. Sin embargo, Sánchez ha evitado la crítica directa a su llegada a la reanudación de las negociaciones este lunes y se ha limitado a recordar que España apoya la propuesta de la Comisión Europea y que no cree que haya países “más o menos europeístas”, aunque sí ha apostado por un ejercicio de “diálogo y escucha” para acercar posiciones con los socios “menos receptivos” a que gran parte del fondo de recuperación se base en transferencias.