Turismo

El turismo calcula ya unas pérdidas por encima de los 83.000 millones previstos

El sector ha perdido más de la mitad de los ingresos anuales, cifrados en 176.000 millones. Y las previsiones de la patronal empeoran esta cifra por culpa de los rebrotes y las cuarentenas

Inicio del verano playas Benidorm
Playa de Benidorm (Alicante) a 1 de agosto de 2020Manuel LorenzoAgencia EFE

Ya es una realidad. La economía española ha entrado en recesión. El confinamiento decretado para frenar la expansión del coronavirus ha provocado un desplome sin precedentes del PIB nacional en el segundo trimestre, un 18,5%, algo nunca visto desde la posguerra, lo que mete de lleno al país a un proceso económico recesivo que apunta hacia el largo plazo, dado que las muestras de recuperación de los sectores clave del tejido productivo y de los servicios –principalmente el turismo– está siendo mucho menor de lo esperado.

Según el dato avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado jueves, la contracción del segundo trimestre es la mayor desde que comenzó la serie en 1970 y 13,3 puntos superior a la segunda mayor caída trimestral histórica, que fue del 5,2% en el primer trimestre. Ninguna de las crisis de los últimos 50 años –ni la del petróleo del 73, ni las reconversiones de los años 80, ni el varapalo económico en los 90, ni siquiera la crisis financiera de 2008– habían tenido un impacto tan negativo y tan rápido en nuestra economía.

Todavía sin resuello por los datos del primer trimestre y por el varapalo al empleo recogido por la última encuesta de la población activa (EPA) por la pérdida de 1,1 millones de puestos de trabajo, España se convertía esta semana de golpe y porrazo en la economía con mayor tasa de paro y con la caída más profunda del PIB de la Unión Europea, el citado 18,5%, lo que significa un retroceso de todos los niveles económicos, que caen hasta el año 2002. Y aunque las previsiones determinen que la recesión finalizó en junio, para el conjunto del año el balance será negativo sí o sí. El Gobierno espera que el PIB caiga el 9,2 %, pero todo apunta a que al menos la contracción se sitúe en torno al 12%. Algunas estimaciones hablan ya del 20% sin tapujos por la mala evolución que están mostrando todos los sectores agregados al turismo, incluida la hostelería y el comercio. Los rebrotes amenazan ya la recuperación que atisbaba el sector y las cancelaciones empiezan a ser generalizadas.

El turismo es a día de hoy unos de los motores principales de la economía española, con un total de 176.000 millones de euros anuales, que representan el 14,6% del PIB, a lo que hay que sumar que asume 2,8 millones de empleos –más otro millón de indirectos–, según los datos de la asociación empresarial World Travel & Tourism Council (WTTC). Y en estas cifras no se incluyen los porcentajes correspondientes al comercio o a la hostelería, altamente dependiente en España del turismo en muchas zonas.

Por esta razón, ayer, la patronal turística Exceltur advirtió al Gobierno de que no puede esperar más para tomar medidas para salvaguardar a un sector que acumula ya pérdidas estimadas en 40.000 millones de euros en la actividad turística con respecto al segundo semestre de 2019, lo que sumado a los 43.000 millones que «volaron» entre el 15 de marzo y el 30 de junio, hace que la caída pueda superar los 83.000 millones. Esta cifra puede aumentar aún más si se generalizan las cuarentenas anunciadas por países emisores de turistas. El vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, aseguró ayer que aún no tienen una cifra exacta, pero indicó que las previsiones «no sólo no van a mejorar sino que se van a recrudecer».

Al margen de los sectores agrupados en torno al turismo, la evolución negativa del PIB entre abril y junio es consecuencia también de la mala contribución de la demanda nacional (consumo e inversión) de -16,6 puntos y de la demanda externa (exportaciones e importaciones) de -1,9 puntos. Los empresarios avisan de que si no se intensifican las medidas de apoyo a las empresas y al tejido productivo no será posible normalizar la actividad económica.