Al litio se le conoce con el sobrenombre de «oro blanco»

La guerra del litio

Es el elemento esencial en la fabricación de baterías del coche eléctrico. El anuncio de la creación de una fabrica en Martorell abre un encendido debate en lo que se interpreta como otro «guiño» del Gobierno a Cataluña

Las palabras de la ministra de Industria Reyes Maroto en el XVIII Congreso Confederal de UGT que anunciaban la creación de un consorcio público-privado para instalar la primera fábrica de baterías para propulsar vehículos eléctricos «cerca» de Martorell han provocado las suspicacias de otras comunidades autónomas, que ven en esta iniciativa un nuevo «guiño» gubernamental a Cataluña.

El consorcio, del que formará parte el Gobierno junto a Seat e Iberdrola, pero que está abierto a incorporar a otros socio, y que es el primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), ha hecho reaccionar a los responsables de otras regiones. Especialmente críticos se han mostrado los de aquellas donde también se ubican factorías de automóviles, como Galicia, que acoge la planta de Stellantis (compañía resultante de la fusión del Grupo PSA y Fiat Chrysler) de Vigo; o Aragón, donde próxima a su capital, Zaragoza, se encuentra la factoría de Figueruelas, otra de las tres que Stellantis tiene en España.

El vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Economía, Francisco Conde, ha lamentado que el Ejecutivo haya comprometido ayudas públicas (procedentes de los fondos Next Generation de la Unión Europea) en un proyecto incluso antes de la propia convocatoria, lo que ha impedido a regiones como la suya competir por atraer inversiones de este tipo a su territorio.

También el presidente aragonés, Javier Lambán, se mostró decepcionado con la decisión del Ejecutivo. «Fuimos el primer gobierno que manifestó interés por instalar la fábrica de baterías y reuníamos todas la condiciones. Incluso, viajamos a China y mantuvimos reuniones con empresas de este país», ha manifestado.

Otro proyectos

La Comunidad Valenciana, otra que ha expresado su malestar con la localización de la factoría, ha apadrinado la Alianza Valenciana de Baterías, en la que participan 23 compañías (entre las que se encuentran Ford e Iberdrola), y que está liderada por Power Electronics, que hace dos años puso en marcha Valencia Elements. Su objetivo es desarrollar e instalar en la comunidad una gigafactoría de baterías y un centro de I+D.

Desde las empresas involucradas, aseguran que el hecho de que se haya anunciado que la primera planta de estos dispositivos se ubicará en Cataluña no significa para nada la paralización de su proyecto, con el que siguen adelante, al margen de que lleguen fondos europeos o no, ya que éste se gestó hace dos años, antes de la pandemia y, por tanto, de que hubiera recursos comunitarios para financiarlo.

Tanto revuelo se ha generado en torno a la ubicación de la futura fábrica que la propia ministra Maroto ha tenido que matizar su palabras diciendo que «cerca» de Martorell significaba en España, y que aún no está decidida su localización. Pese a ello, la polémica está servida, y amenaza con abrir una verdadera guerra territorial.

Fábricas de coches en España
Fábricas de coches en EspañaJosé Luis Montoro
Segundo fabricante europeo
España es el segundo fabricantes de automóviles de la UE, con una capacidad potencial de producir 2,8 millones de vehículos al año. Además de la de Seat, se encuentran en nuestro país tres plantas de Renault (Palencia, Valladolid y Sevilla); tres de Stellantis (Vigo, Zaragoza y Madrid, a la que se une una de Iveco, también en la capital); una de Volkswagen (Navarra), y otra de Ford (Valencia). A ellas se añade la fábrica de Mercedes Benz en Álava y de Nissan en Ávila.

Y es que la industria que se generará a partir del litio, una materia prima crítica, que es esencial para fabricar las baterías del coche eléctrico, es un novedoso y suculento pastel del que todos quieren su parte, y más ahora que se beneficiará del «maná» europeo.

La estrategia de SEAT pasa por fabricar vehículos eléctricos en Martorell en 2025, por lo que el nuevo centro podría dar un «empujón» a un sector muy tocado en Cataluña, sobre todo, a raíz del anuncio del cierre de Nissan. De hecho, se ha especulado con que la planta podría levantarse en los terrenos que hasta ahora ocupaba la factoría de la marca japonesa en las Zona Franca de Barcelona. «La batería es un componente fundamental del coche eléctrico. Para Seat y para cualquier compañía del sector es esencial tener una fábrica de baterías cerca de sus plantas de ensamblado, ya que por su elevado peso (aproximadamente el 40% del total del tonelaje del automóvil) no es factible, ni en términos de rentabilidad ni medioambientales, trasladarlas a largas distancias. Las nuevas formas de movilidad necesitan fabricar cerca de sus instalaciones», afirma desde Seat.

España es el segundo fabricante de automóviles de UE, con centros repartidos por una decena de comunidades. Por ello, los expertos no descartan que surjan nuevas propuestas, no solo en aquellos territorios que acogen fábricas en sus límites, sino también de los que aspiran a un desarrollo industrial de futuro.

Estrategia europea

Para desafiar el dominio chino en el mercado global de baterías, la UE se ha propuesto asegurar un suministro europeo no solo de los dispositivos, sino también de materias primas. Europa aspira a ser el segundo mayor consumidor de derivados de litio (por detrás del gigante asiático). El objetivo comunitario es que toda la cadena de valor tenga lugar en territorio europeo, desde la extracción hasta la producción de la batería, pasando por la conversión en hidróxido de litio, la fabricación de cátodos, electrolitos, precursores y el ensamblado.

Por el momento, hay cuatro proyectos de extracción: el más avanzado, el de la compañía checa Cinovec, a los que se unen iniciativas en Austria, Portugal, pero también en España.

Por eso, no resulta extraño que, tras el anuncio gubernamental, las miradas se hayan vuelto hacia el suroeste español, más concretamente hacia Extremadura, donde también libran su particular batalla no tanto por las baterías, sino por la materia prima, el litio.

En Cáceres, a escasos dos kilómetros de la ciudad, en la Sierra de la Mosca, se ubica el segundo mayor yacimiento de litio de Europa: San José de Valdeflórez. La empresa Tecnología Extremeña de Litio (TEL), participada en el 75% por la australiana Infinity Lithium y en un 25% por Valoriza Minería (filial de Sacyr), quiere dar una segunda vida a esta cantera abandonada desde los años 70, también rica en estaño y turquesa, y ya ha solicitado los preceptivos permisos de investigación para su posterior explotación.

Oposición

Sin embargo, el proyecto cuenta con la oposición de grupos vecinales y ecologistas, y del propio consistorio. El alcalde de la ciudad, el socialista Luis Salaya, considera que se trata de un proyecto muy lesivo para los intereses de la población, ya que la mina se encuentra a escasos 800 metros del casco urbano (2.000 del centro histórico). «El Plan General de Urbanismo de la Ciudad de Cáceres no permite llevar a cabo una iniciativa de este tipo, que ya se rechazó hace tres años, y cuya negativa el pleno volvió a ratificar hace tres semanas. Entendemos perfectamente el papel que el litio va a jugar en la transición ecológica, pero la mina es inviable por la afectación que para la salud de los ciudadanos puede tener. Además, consideramos que el impacto económico y en términos de puesto de trabajo también será perjudicial, ya que se perderían muchos más empleos relacionados con el turismo que los que se crearán por la explotación de la mina», explica.

Por su parte, David Valls, general manager de Infinity Lithium en España, asevera que tendrán que ser los informes técnicos y de impacto medioambiental los que digan si la explotación de la mina se puede llevar a cabo de una manera sostenible, y no las determinaciones y decisiones políticas. «Nuestro proyecto obtendrá las licencias solo si es sostenible. Se trata de una iniciativa que se va a extender a lo largo de 30 años y que va a generar 218 puestos de trabajo directos, con un salario de unos 40.000 euros, muy por encima de la media de la región. Además, incluye una planta junto a la mina de transformación en hidróxido de litio, de manera que se pueda crear en Cáceres y en Extremadura una nueva industria que, a día de hoy, todavía no existe, por la que la UE ha apostado, y que va a incluir a otros muchos agentes, que son necesario en la cadena de valor, como los fabricantes de cátodos. De la mano del litio, esta área pueden, por fin, tener un proyecto industrial de futuro», expone.

Cañaveral

Existe otro plan, también en tierras extremeñas, en este caso en Cañaveral. Allí, ha sido la compañía Lithium Iberia la que ha solicitado la explotación la mina de Las Navas de esta localidad situada a medio camino entre Cáceres y Plasencia, en plena comarca de Monfragüe muy cerca de la Ruta de la Plata, y que cuenta con una población censada de poco más de 1.000 habitantes.

En este caso, la iniciativa sí cuenta con la bendición del ayuntamiento por el impacto económico y en términos de empleo (400 puestos de trabajo directos) que tendría no solo para Cañaveral, sino también para municipios colindantes como Portezuelo, Casas de Millán, Holguera, Torrejoncillo y Pedroso de Acim.

La iniciativa de Cañaveral se acompañaría también de una planta de transformación de litio. El proyecto ha generado una gran expectación en la zona, aunque desde la corporación municipal mantienen todas las cautelas para no generar falsas expectativas. «Lo que quiero es trabajo para mi pueblo con el menor impacto posible para el entorno, y también que, en la medida de lo posible, el litio, se quedara en Extremadura y ayudara a reactivar económicamente la región», asegura Jacinto Sánchez, alcalde de Cañaveral. En este sentido, Lithium Iberia ha llegado a un acuerdo con el fabricante de baterías Phi4Tech, propiedad de Jesampa, para crear una fábrica en Badajoz de ión-litio, que se abasteciera con la materia primera de Cañaveral.

Asimismo, el alcalde de Cáceres también cree lógico que si el litio se extrae en Extremadura, parte de la riqueza que produzca revierta en la zona. En este sentido, recuerda que la suya es una de las pocas comunidades autónomas que no cuenta con plantas de producción de automóviles. «Al no tener fábricas, no contamos con unas vías de comunicación adecuadas que atraigan inversión. Somos una tierra rica en materias primas de las que otras zonas de España se benefician. Hay que recordar que gran parte de la electricidad que consumen la industria del resto del país se produce aquí. Lo que habría que fomentar es la articulación de mecanismos para compensar este desequilibrio, y estoy seguro que el Gobierno lo va a hacer», añade Salaya.

Mercado mundial

El litio es, junto al hidrógeno, un elemento esencial para la transición energética y para el futuro de la movilidad eléctrica y lograr así la transformación verde del parque automovilístico para hacerlo más sostenible. Ambos son los principales vectores energéticos que permitirán también almacenar electricidad de origen renovable. Al contrario del hidrógeno verde –obtenido a partir de la separación de los dos elementos que forman la molécula de agua (H2O)-, la concentración de litio se da en muy pocos países. Australia es el primero productor del mundo, seguido de Chile, China y Argentina. Los dos países sudamericanos, junto a Bolivia, forman el llamado «triángulo del litio» de América del Sur. El Instituto Geológico Minero de España (IGM) calcula que si España explotara todos sus yacimientos, que se reparten a lo largo de toda la frontera con Portugal, podría conseguir una cuota mundial de entre el 3% y el 5%.

Usos del litio
Usos del litioJosé Luis Montoro

La gran demanda que se espera en los próximos años ha rebautizado al litio como «el oro blanco» (por su color plateado en estado puro y del polvo resultante de su transformación en hidróxido de litio). Aunque también se utiliza en la fabricación de smartphones, en aeronáutica e industria farmacéutica y metalúrgica, el 54% de la demanda proviene del mercado de baterías recargables. Y es que un solo «Model S» de Tesla utiliza más litio en sus baterías que 10.000 teléfonos inteligentes.

Las previsiones apuntan a que la oferta de litio podría triplicarse para el año 2025, y su mercado mundial podría superar los 76.000 millones de dólares en 2026, según IG Markets.

Existen dos formas de extraerlo: yacimientos en vetas y salmueras naturales. Este último método es quizá el más sencillo. Los depósitos de salmuera se encuentran en lagos salados, y el litio se extrae mediante un proceso de evaporación . Por el contrario, extraerlo de la roca resulta más complicado y costosos, pero el mineral obtenido es de mayor calidad.

El litio, un elemento químico prácticamente sin valor durante años, se ha convertido en una de las claves de una estrategia que pretende renovar todo el parque automovilístico europeo. El tiempo dirá si la «batalla» que se ha generado en torno al mismo está justificada.