Macroeconomía
Las empresas españolas ya pagan el tipo mínimo de Sociedades que ha aprobado el G-7
La Comunidad de Madrid aporta el 44% de la recaudación total en España del Impuesto de Sociedades, Cataluña solo el 19%
«El acuerdo alcanzado por el G-7 sobre la aplicación de un Impuesto de Sociedades mínimo del 15% para grandes empresas no tendrá un impacto significativo en España porque las empresas ya pagan un tipo igual o superior». Así lo puso de manifiesto el Consejo General de Economistas (CGE), que al Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) presentó el documento Declaración de Sociedades 2020, que ha aplaudido el acuerdo no sin advertir que en el caso de España, aunque la Agencia Tributaria sitúa el tipo efectivo de Sociedades en el 5,11% del beneficio para los grandes empresas y el 12,24% para el resto, una vez que se aplican los ajustes contables –como la exención por doble imposición, la compensación de BIN’s o los ajustes de consolidación en grupos–, el tipo efectivo medio se elevaría al 21,9% y al 17,4%, respectivamente, muchos más próximos al tipo nominal.
Con una recaudación estimada de 700 millones de euros por el tipo mínimo de Sociedades en España –según el Observatorio Fiscal de la Unión Europea–, los economistas creen que esta medida sería beneficiosa en términos de ingresos, porque «más que dar tendríamos que recibir», señaló Valentín Pich, presidente del CGE, que no quiso dejar pasar la oportunidad para advertir que este cálculo no tiene en cuenta la recaudación adicional que España recibiría por el reparto por países. Pich señaló que habrá que estar pendientes de que se acabe de concretar a qué entidades afecta, cómo se determina, cuánto beneficio obtienen en cada país y cómo se cuantifican el tipo mínimo y el resultado contable sobre el que se aplica.
Otra de las consecuencias que conllevaría la aplicación de esta armonización global de Sociedades sería la desaparición de la tasa Google. «Dejaría de tener razón de existir. Al ser transitorio lo razonable sería que desapareciera», apuntó José María Durán, director del IEB, si el acuerdo del G7 se plasma en un desarrollo legislativo.
Por otro lado, el informe del CGE también ha constatado la drástica disminución de ingresos por este impuesto sufrida durante el pasado año, marcado por la crisis sanitaria, el confinamiento y la hibernación de la economía. La caída de la recaudación se situó en el 33,18%, con una desigual distribución de los ingresos entre las comunidades autónomas de régimen común. Según se indica en el informe, en Madrid y Cataluña se recauda más del 60% de los impuestos empresariales, pese a tener únicamente algo más del 20% de los contribuyentes por este impuesto. Esto significa que el volumen y tamaño de sus empresas son mayores que en el resto de comunidades.
Pero incluso entre Madrid y Cataluña existe una diferencia abismal entre ambas al ingresar cantidades muy diferentes. En Madrid se alcanza un total de 12.873 millones de euros, el 44% del total de territorio común, mientras que en Cataluña el volumen se reduce a 5.588 millones, el 19% de la recaudación total. Pich consideró «imprescindible» un nuevo sistema de financiación autonómico más transparente que evite el «populismo», así como una armonización que no suponga «uniformidad ni elimine la competencia fiscal entre autonomías».
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