Pedro Sánchez

Sánchez nos baila la Yenka

El presidente del Gobierno debe ensayar todos los días un rato en La Moncloa, planificando cuál será su siguiente paquete de medidas, mientras el IPC campa a sus anchas y solo da pasitos hacia adelante

Ya que estamos metidos de lleno en el estío invito a todos a escuchar con detenimiento la que según los expertos fue probablemente la primera canción del verano en España: la Yenka. Aunque se grabó por los hermanos Johnny and Charley en 1964, la realidad es que no explotó hasta 1965. Entonces, Pedro Sánchez no estaba ni en proyecto, porque su fecha de nacimiento es muy posterior, pero debe ser una de sus favoritas, ya que practica este baile con frecuencia en su actuación política.

Curiosamente, su letra comenzaba con lenguaje inclusivo, muchos años antes de que nuestro presidente y su Gobierno lo descubrieran: «Vengan chicos, vengan chicas a bailar… esta es la yenka que se baila así, izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, detrás, un dos tres». Porque, a ver, Sánchez se levanta un día y nos sorprende con una serie de medidas dirigidas a la izquierda populista, como las anunciadas en el reciente debate sobre el estado de la nación, y aplica nuevos impuestos a la banca y a las compañías energéticas (izquierda, izquierda), así como subvenciones y ayudas diversas que terminaremos pagando todos.

Y es el mismo Sánchez que diez días antes hizo, durante la Cumbre de la OTAN, lo que no se había atrevido a hacer el partido de derecha por excelencia, el PP: aumentar la presencia militar norteamericana en España de manera muy importante (derecha, derecha) e incrementar el gasto militar. Y es que el actual inquilino de La Moncloa ocupa casi todo el espacio político si es necesario para seguir en el poder. Y si hay que dar un pasito adelante, o dos, o tres, lo hará. Pero si tiene que dar un paso detrás, o dos o tres, pues también lo hará.

Un virtuoso de la Yenka, baile que debe ensayar todos los días un rato en la sala de música de La Moncloa, planificando cuál será su siguiente paquete de medidas, mientras el IPC campa a sus anchas y solo da pasitos hacia adelante. Por cierto, que en 1965, el año de la Yenka, este último subió un 9,4% y se quedó a las puertas de un incremento de dos dígitos. Era también uno de los principales problemas económicos de aquel momento. Como curiosidad, el dato interanual a junio iba por el 14,9%.