Vacaciones

Tener una segunda residencia y no usarla al menos 45 días al año es tirar el dinero

Guía para saber qué tipo de alojamiento le conviene más a la hora de irse de vacaciones según su presupuesto, el tiempo de uso y su estilo de vacaciones. Las opciones más comunes son la propiedad total, la propiedad fraccionada, el alquiler turístico o los hoteles

Viviendas cerca de la costa
Viviendas cerca de la costaRevista Interiores

Subir las persianas, conectar los suministros, barrer, quitar el polvo y acomodar ropa y comida. Este es el ritual que siguen miles de familias cuando llegan a su segunda residencia para pasar las vacaciones de verano, Navidad o Semana Santa. Estas viviendas suelen permanecer meses cerradas y durante el año no se usan más de 45 días, lo que para Borja Badiola, CEO de Suomma, plataforma PropTech de gestión de segundas residencias en propiedad fraccionada, es “tirar el dinero, sobre una inversión realizada que suele rondar entre los 120.000 y los 150.000 euros, que en muchos casos se sigue pagando”.

Para evitar que la compra de una segunda residencia acabe siendo un coladero de dinero, Suomma ha elaborado una guía para saber qué tipo de alojamiento le conviene más a la hora de irse de vacacionessegún su presupuesto, el tiempo de uso y su estilo de vacaciones. Entre las opciones más comunes para irse de vacaciones se encuentran la propiedad total, la propiedad fraccionada, el alquiler turístico o los hoteles.

Los cuatro modelos se han comparado entre sí teniendo en cuenta factores como: la inversión total, los gastos anuales, el uso potencial y el real de cada opción, la flexibilidad para escoger fechas de uso, la gestión profesional, la rentabilidad por alquiler, la posible revalorización y la situación actual de mercado.

¿Qué opción conlleva más gasto?

La compra de una propiedad al completo supone la mayor inversión de los cuatro modelos, entre 120.000 y 150.000 euros, con un gasto anual de 12.000 euros, seguido del gasto en hoteles, que en un período de 10 años supondría entre 75.000 y 85.000 euros. En la misma década, si opta por el alquiler turístico, gestionado en su inmensa mayoría por las plataformas vacacionales como Airbnb, Booking, Trivago, etc., su inversión estaría entre los 60.000 y 70.000 euros.

Una opción más novedosa y económica es tener la propiedad de una fracción vivienda, normalmente de lujo. La propiedad fraccionada, servicio que ofrece la PropTech Suomma, es el modelo más barato de los cuatro si se elige una vivienda de lujo que no tenga un precio desorbitado. Por ejemplo, la inversión rondaría los 50.000 euros por fracción para una vivienda premium, con un gasto anual que no superaría los 2.000 euros por fracción, de una vivienda que en su totalidad costaría 400.000 euros. El resto de operadores del sector están enfocados en viviendas con precios que pueden ir más allá de los 2,4 millones de euros, por lo que, en esos casos, la propiedad fraccionada sería la inversión más cara, rondando los 300.000 euros por fracción.

Para aquellos que no conozcan cómo funciona la propiedad fraccionada, consiste en compartir la propiedad de un inmueble entre varias personas. El coste de la compra se divide entre todos los propietarios, que tienen asignado un tiempo de uso al año (meses o semanas) y pueden transferir, arrendar o vender su parte del activo cuando lo decidan. Además, se suele contratar un administrador para que gestiona el reparto de días de uso y se encarga del mantenimiento.

Guía para elegir el mejor modelo vacacional según sus necesidades

Al elegir un modelo de alojamiento vacacional hay que tener en cuenta otros factores además del dinero. Hay cinco variables fundamentales:

1. El presupuesto del que dispone.

2.El tiempo de vacaciones que tiene al año.

3.- La gestión de la vivienda que tendrá que hacer y la rentabilidad que quiere obtener.

4. El tipo de vivienda en la que quiere pasar sus vacacione. Es decir, si quiere que sea en “su vivienda”, como propietario, o como inquilino/usuario.

5. El estilo de vacaciones. Si quiere pasar siempre las vacaciones en el mismo lugar o viajar a distintas zonas.

Teniendo en cuenta el precio y el resto de factores, este es el modelo de alojamiento idóneo según su perfil:

-La propiedad total de una vivienda es una buena opción siempre y cuando se le dé un uso mayor de dos o tres meses al año, tanto para usted, como entre familiares. Es habitual entre las personas que quieren ser dueñas del inmueble en el que descansan, pero conlleva hipotecarse durante 20 o 30 años. Además, hay que tener en cuenta que su gestión lleva tiempo (mantenimiento, reparaciones, limpieza, etc.) y si desea alquilarla aún más, aunque en ese caso aumentará considerablemente su rentabilidad. Se trata de un modelo vacacional tradicional y conservador.

-La propiedad fraccionada se adapta mejor a aquellas personas que no disponen de más de seis semanas al año de vacaciones, pero quieren disfrutar, como copropietarios, de una vivienda de gran calidad. Con este modelo más novedoso, no tendrá que preocuparse de ningún tipo de gestión. Suomma recuerda que casi todos los operadores ofrecen viviendas de lujo. En cambio, esta plataforma PropTech ofrece viviendas premium de gran calidad (entre 500.000 y 700.000 euros), donde el esfuerzo económico es mucho menor, y se puede acceder a una fracción desde 50.000 euros. Esta segunda modalidad, a nivel de inversión económica, compite directamente con la propiedad total, con la ventaja que la vivienda será de mucha mayor calidad y prestaciones.

-El alquiler turístico es la mejor opción si quiere tener total libertad de decidir cada año si se gasta o no en vacaciones, la duración y el lugar, que puede ir cambiando. También puede ser una buena opción si en realidad desea comprar una segunda residencia vacacional pero aún no dispone de los ahorros suficientes.

-En cambio, los hoteles son preferibles para las personas que no tienen hijos, que pueden destinar un buen presupuesto a sus vacaciones y quieren cambiar de destino.