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Martín Berasategui, un laboratorio de ideas que aúna tradición, creación y sostenibilidad junto a Beko

El cocinero con 12 estrellas Michelin lleva 11 años de colaboración con la compañía de electrodomésticos. “Mi único objetivo es solo transportar felicidad, llevarla al corazón de la gente y ellos me ayudan a conseguirlo”

Martín Berasategui, en su cocina
Martín Berasategui, en su cocinaLa RazónLa Razón

Simbiosis. Eso es lo que han conseguido el cocinero con 12 estrellas Michelin, Martín Berasategui, y la marca de electrodomésticos de última generación Beko, una simbiosis de colaboración mutua en el que la creación, la invención y la apuesta por el futuro medioambiental han marcado una relación profesional y personal que dura ya más de una década. Una necesidad en el proceso culinario da paso a una solución. Una idea, una necesidad surgida de una cocina de máxima exigencia es el trampolín para que un producto comercial sea una realidad. Un ejemplo: si se necesita un aparato que mantenga caliente los platos de forma individual y nadie lo había pensado hasta ahora, Martín propone, lo pide y Beko lo desarrolla. Y se lo manda. Simbiosis.

Así, la casa de Berasategui lleva años de creación culinaria e innovación tecnológica, pero pegado a su raíz, a su tronco madre y padre. El inicio, el todo, fue el Bodegón Alejandro, la mítica casa de comidas en el viejo San Sebastián que regentaban sus padres y su tía. “Siempre fueron mis héroes”, recordaba emocionado Martín en un encuentro con la Prensa en el que hizo de sus recuerdos el referente de su trabajo: “Nunca les oí quejarse de nada”. Y su pozo de sabiduría: “Ellos me enseñaron a mejorar cada día”. Y a estar siempre en evolución, en cambio, sin dejar de mirar atrás, a la raíz de la cocina y a sus valores, pero con la vista fija en el horizonte, sin líneas trazadas. Rectas, curvas o sinuosas. No importa. Da igual. El resultado debe ser la excelencia para el cliente. “Yo no quiero que me den las gracias, yo se las doy a todos ellos, a la gente que viene a comer conmigo a mi casa... y que salgan contentos”.

Tradición, excelencia culinaria, tecnología... y sostenibilidad. Ese es el siguiente paso -más bien salto de gigante- que ha dado el equipo de Martín Berasategui. Una cocina de categoría especial con tecnología punta en sostenibilidad energética, materiales reciclados y afán ecologista. Y Beko, la innovadora marca de matriz turca que acompaña los éxitos del cocinero donostiarra desde hace 11 años, le está allanando ese camino en una simbiosis de colaboración convertida en laboratorio de ideas. “Los que digan que la cocina tradicional es mejor si se hace en una lumbre de carbón y una cazuela de vieja, miente. La cocina es precisión, y la tecnología te permite eso y muchas cosas para que el plato sea lo que tú quieres, cómo tú quieres y que se cumplía el objetivo marcado”. Por ello, el equipo de Berasategui es el banco de pruebas de Beko y su proyector de ideas. “Es una relación perfecta, de intercambio”, dicen en Beko, en la que los dos salen ganando porque siguen la misma estela, la de mejorar “a través de la excelencia”, repiten una y otra vez ambas partes. “Desde los 15 años solo quería ser aprendiz de cocinero y eso es lo que he hecho durante todos estos años, aprender”. Aprender y avanzar desde la tradición familiar hacia la excelencia.

Ser aprendiz. No quería otra cosa. Solo dar de comer lo mejor posible. “Y de cenar”. Y hacerlo “desde el respeto a lo que uno está haciendo y a lo que quiere ofrecer. Dar lo mejor de uno mismo”. En su genialidad reconoce que su único objetivo es solo “transportar felicidad, llevarla al corazón de la gente”. Y a su paladar. Palabra de transportista feliz, palabra de cocinero que estuvo a punto de no serlo porque sus padres no veían futuro al negocio familiar.

De poco sirvió su intento por quitarle esa idea tras llevarle interno a un colegio de postín. Allí dejó huella, pero no por su excelencia como estudiante -”no aprobaba ni una”, reconocía el donostiarra entre risas- sino por su calidad humana, que le valió la complicidad del colegio para suspender todas para que le dejaran cocinar. Eso convenció a sus padres para que al final alcanzara su sueño. Un sueño cumplido gracias a su talento. “Y al trabajo de mucha gente, toda la que trabaja conmigo”. Dentro y fuera de la cocina, los proveedores, los que le ayudan en la dirección del negocio, “los que surten mi cesta de la compra y mis clientes”. Y Beko, su proveedor de tecnología punta “que nunca me falla”, reconoce. Simbiosis. Cocina. Tradición. Creación. Tecnología. Garrote.