Economía

La tabaquera que quiere cambiar el futuro con ayuda de la ciencia

Philip Morris hace de la innovación y la tecnología los pilares de su estrategia de sostenibilidad

La investigación que se lleva a cabo en los laboratorios de PMI les ha garantizado la concesión de 4.600 patentes sobre productos sin humo y más de 6.300 solicitudes pendientes
La investigación que se lleva a cabo en los laboratorios de PMI les ha garantizado la concesión de 4.600 patentes sobre productos sin humo y más de 6.300 solicitudes pendientesThomas Jantscher

¿Por qué todo de cristal?, le preguntan a Nuno Fazenda, director del área de Comunicación Pública y Científica de El Cubo. Esta construcción, a orillas del lago Neuchâtel, en Suiza, es uno de los dos grandes centros de investigación y desarrollo de Philip Morris Internacional (PMI). El otro se encuentra en Singapur. La arquitectura, cristal, hierro y madera, se complementa con el paisaje lacustre, también cristalino. «El objetivo –responde– fue que sea transparente para mostrar nuestra intención de transparencia en las investigaciones científicas que llevamos a cabo en El Cubo». Inaugurado en 2009, está compuesto por tres edificios: aire, tierra y agua. No, no hay fuego y por un objetivo muy claro: Philip Morris Internacional, una de las mayores tabaqueras del mundo, quiere un futuro sin humo.

«La ciencia nos demuestra que las sustancias químicas que se generan fruto de la combustión y que están presentes en el humo –explica Gizelle Baker, vicepresidenta global de Comunicación Científica de PMI– son la causa principal de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar». Por ello no es extraña la estrategia de Philip Morris basada principalmente en eliminar la combustión de sus productos alternativos basándose en la investigación y la ciencia con un objetivo: construir un mundo libre del humo de los cigarrillos. Añade Baker, «si queremos lograr los avances en materia de salud pública que la sociedad exige y merece, debemos seguir la estela de la ciencia».

Lo que ocurre con la combustión de los cigarrillos se basa en el fuego. La temperatura del tabaco que se quema en la punta de un cigarrillo puede alcanzar los 900°C. El humo del cigarrillo contiene muchas sustancias químicas que son dañinas tanto para los fumadores como para los no fumadores. De las más de 6.000 sustancias químicas presentes en el humo del cigarrillo, se sabe que al menos cien son dañinas y potencialmente dañinas. Y esto se produce a raíz del proceso de combustión.

Desde 2008, Philip Morris International ha invertido cerca de 9.000 millones de dólares en investigación científica y desarrollo de producto sin combustión. En esta investigación han trabajado más de 980 científicos, ingenieros y técnicos de unas 30 disciplinas científicas (biomedicina, farmacología, toxicología) y de ingeniería (ingeniería de los materiales…); junto con una red de colaboradores de investigación y tecnología distribuidos entre más de 30 puntos de la geografía mundial. La mayoría de ellos en El Cubo. Esto ha llevado a que PMI reciba la concesión de 4.600 patentes sobre productos sin humo y más de 6.300 solicitudes pendientes. Para darnos una idea, IBM es la empresa que más patentes ha recibido: cerca de 8.500. Este logro pone a Philip Morris como la 45º empresa mayor solicitante de patentes de la Unión Europea y la única compañía tabaquera en el top 50.

«En 2016 –afirma Tommaso Di Giovanni, vicepresidente de Comunicación Global de PMI – dimos un paso de gigante al comprometernos a centrar nuestro negocio en productos sin humo para sustituir a los cigarrillos lo antes posible. Perseguimos reducir radicalmente los daños causados por nuestros productos, no a través de la reformulación, sino de la reinvención y la sustitución». El objetivo de la compañía es que, para 2025, las alternativas sin humo representen el 50% de los ingresos totales de la compañía. A cierre de 2021, el 29,1% de los ingresos ya procedían de productos sin humo, mientras que en 2020 esta cifra era del 23,8%.

La sostenibilidad en el centro de la transformación

Pero el impacto positivo también se traduce en otras áreas. De acuerdo con Miguel Coleta, director de sostenibilidad de PMI, la compañía no solo debe convertirse en un proveedor de alternativas eficaces para aquellos fumadores adultos que no abandonan el hábito de fumar. La estrategia sostenible de Philip Morris abarca la definición más amplia de sostenibilidad, una que no solo tiene que ver con lo ambiental. Por ello han ampliado su negocio más allá del tabaco y la nicotina, en áreas relacionadas con el bienestar y la salud, con el objetivo de tener un impacto neto positivo en la sociedad a largo plazo.

La apuesta es interesante y atrevida: Philip Morris asume como objetivo no solo dejar los cigarrillos atrás, sino reconfigurar todo su modelo de producción y de negocio a través de la ciencia y la investigación, posicionándose en la primera línea de la tecnología, ciencia e innovación bajo la premisa de que, según fuentes de la compañía, «el pasado no se puede cambiar, pero podemos actuar sobre el presente para mejorar el futuro, con ayuda de la ciencia».

En colaboración con Philip Morris Spain