Reciclaje

Economía circular: no tenemos otra alternativa

Sistema de recogida y reciclaje, como el de las cápsulas de café usadas, aseguran una nueva vida a todos los materiales

Alberto Vega, presidente de ARECafé

El reciclaje está cada vez más presente en nuestros hogares, pero también en nuestra economía. Se alza como una de las actividades con mayor proyección y oportunidades, influyendo positivamente, y de manera transversal, en otros sectores (industria, logística y transporte, alimentación, distribución…). Gracias a una mayor concienciación sobre el reciclaje, tanto por parte de los ciudadanos como de las empresas, y a la colaboración público-privada, esta actividad está creciendo considerablemente. En la actualidad, la recogida selectiva de residuos logra clasificar unos cinco millones de toneladas, según los últimos datos sobre Recogida y Tratamiento de Residuos de 2019 del Instituto Nacional de Estadística.

La economía circular como modelo sostenible se basa en la clasificación de los residuos para facilitar la separación de materiales que los componen, tanto orgánicos como inorgánicos, y tratarlos para terminar dándoles otros usos. El empleo de este sistema permite dar una segunda vida a dichos materiales, además de aportar beneficios socioeconómicos. De acuerdo con el Informe sobre economía circular y pymes en España de la Cámara de Comercio de España, si se desarrollan políticas e inversiones adecuadas, entre 2015 y 2030 se crearían 160.000 puestos de trabajo.

Dentro de los residuos, los de envases representan una fracción significativa. Incrementar los porcentajes de reciclaje de los mismos, no es solo una obligación de las empresas. Se necesita mejorar las instalaciones de separación de residuos; avanzar en los procesos de reciclaje, tanto mecánico como químico; y aumentar también las tasas de recogida de residuos, algo que está en manos de los ciudadanos, que son los que inician este proceso. En este sentido, es importante recordar que no solo debemos reciclar los envases. En muchos puntos limpios de las ciudades y en comercios especializados se recogen, entre otros, residuos de electrodomésticos, artículos textiles, pilas, fluorescentes y bombillas, aceite usado, neumáticos... Y también cápsulas de café.

En ARECafé hemos puesto en marcha un sistema de recogida y reciclaje de cápsulas de café usadas que asegura una nueva vida a todos sus materiales: el plástico, el aluminio y los posos de café. El plástico se usa para fabricar otros productos, como macetas, mobiliario urbano o ratones de ordenador; el aluminio se transforma en objetos como bicicletas, portaminas y otros muchos; y los posos de café se tratan para utilizarlos como abono de uso agrícola por su alto contenido de nutrientes.

No obstante, según datos de The Circularity GAP Report 2022, que analiza el desarrollo de la economía circular en el mundo, en 2020 nuestro planeta era circular solo al 8,6%. Esto supone una enorme brecha, pero también una gran oportunidad y una obligación: tenemos más de un 90% de oportunidades de mejora para no continuar sobreexplotando los recursos limitados de la Tierra. No tenemos otra alternativa.