Opinión
No eres tú, soy yo
El gran problema se puede solventar, pero no hay intención, ya que los organismos públicos están recaudando cifras históricas, mientras el resto de la población lucha, agónicamente, para llegar a un final de mes que cada vez tiene más días
Hola Empresa,
Este es el mensaje encubierto que te lanzan las Administraciones Públicas: el problema eres tú y lo que gastas, no los impuestos que recaudamos. No es broma: la solución pasará por gastar menos y estructurar las empresas y los métodos de trabajo si se quiere resistir a las inclemencias económicas creadas de contrario.
Las Administraciones Públicas no esconden ya siquiera el fracaso de todas sus medidas correctoras, que no fueron, en ningún caso, para solucionar ni la subida del IPC y de la inflación, ni tampoco para solventar el escaso crecimiento de nuestra economía (éstos SÍ que son auténticos NINI´s),
Nadie vendrá a ayudarnos esta vez, pero hay SOLUCIONES: reestructurar las organizaciones y ajustar los gastos es clave para seguir hacia adelante; la austeridad y crecimiento volverán.
Somos todos conscientes del panorama que a finales del último trimestre de este año 2022 afrontaremos, tanto en las empresas como en nuestros hogares, y debemos prepararnos actualizando los presupuestos de estas estructuras, en su mayoría, sobredimensionadas (máxime con el fin de la moratoria concursal). Muchas de las consecuencias ya están aquí en forma de un aumento de la morosidad y de una inflación subyacente totalmente descontrolada. A lo que empieza a sumarse la penosa situación de concursos familiares y empresariales. Sin embargo, el Estado recauda cifras récord... está claro que algo falla de manera estrepitosa en la ecuación.
La suma de TODOS será la otra de las soluciones. No solo engloba a trabajadores y a las empresas, también a las Administraciones Públicas, que deben “adelgazar sus estructuras” y eliminar gastos superfluos. Tenemos unos magníficos funcionarios, unos excelentes empresarios y a unos extraordinarios trabajadores y emprendedores… parece claro lo que falla. La Administración debe poner herramientas para el desarrollo del crecimiento. Juntos saldremos. Si consiguen enfrentarnos, a unos con otros, como siempre ocurre en estos casos, perderemos TODOS.
El problema no es la subida de carburantes, ni las guerras (de hecho, el precio del barril es similar a cuando pagábamos a un euro litro la misma gasolina), ni la subida de precios, ni el IPC y ni la falta de crecimiento. Todo ello es consecuencias del gran problema, que no es otro que la falta de confianza en el mercado, la incertidumbre, a la que se unen medidas pavorosas que no fomentan nada, salvo más inseguridad en los mercados. El gran problema se puede solventar, pero no hay intención ni voluntad de acometerlo, ya que los organismos públicos están recaudando cifras históricas, mientras el resto de la población lucha, agónicamente, para llegar a un final de mes que cada vez tiene más días. La suma de TODOS es la única receta para salir de esta situación, y no limosnas indeseables.
Víctor Fermosel es profesor de EAE Business School
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