Opinión
El mundo de color «beige»
El llamado «libro beige» de la Reserva Federal americana anuncia perspectivas más pesimistas de la economía en vísperas de decisiones sobre más alzas de los tipos de interés
Carl Gustav Jung (1875-1961), personaje fundamental en la historia del psicoanálisis y fundador de la llamada «psicología analítica», creía que «el color es la lengua del subconsciente». El subconsciente, sin duda, influyó en el funcionario de la Reserva Federal (Fed) –el banco central de los Estados Unidos– que decidió que un informe interno y periódico de la institución fuera encuadernado con tapas de color «beige». El nombre oficial del documento es, traducido del inglés, «Resumen de comentarios acerca de las condiciones económicas actuales», pero claro, todo el mundo, incluido Jerome Powell, presidente de la Fed, lo llama «el libro beige». Todavía más, desde hace bastantes años, es lo que figura con grandes caracteres en la portada de cada número del documento.
Paul Cox era un periodista especializado en el índice bursátil Dow Jones, de Nueva York, que en 1985 solicitó ver ese informe. Su petición fue aceptada en un momento en el que Paul Volcker (1927-2019) presidía la institución y había tenido que aplicar una política monetaria drástica –con tipos de interés por encima de los dos dígitos– para contener la inflación galopante de la época, arrastrada de las crisis energéticas de los años 1973 y 1979. Los colegas de Cox enseguida pidieron ver también el informe y la Fed, a partir de entonces, decidió hacerlo público cada vez que se elaborara. Ahora se publica ocho veces al año, un par de semanas antes de que se reúna el Comité Federal de Mercado Abierto, que marca la política monetaria, y tiene prevista la próxima sesión para los días 1 y 2 de noviembre, con la patata caliente de si vuelve a subir los tipos de interés. El libro «beige», pues, es una especie de indicador adelantado de las decisiones que podría adoptar la Fed con los tipos de interés. El informe es, por otra parte, algo así como una versión económica de un programa o publicación de cotilleos. En definitiva, es una recopilación de «información anecdótica acerca de las condiciones económicas», que realizan en doce zonas de los Estados Unidos las entidades que forman la Fed. La información se obtiene a partir de conversaciones con directores de bancos y sucursales, entrevistas con contactos empresariales, economistas, expertos de los mercados e incluso periodistas. «La naturaleza cualitativa del Libro Beige –dice la Fed– crea una oportunidad para caracterizar la dinámica e identificar tendencias emergentes en la economía que pueden no ser evidentes en los datos económicos disponibles».
La Fed publicó el miércoles su último «libro beige». Las conclusiones principales son dos: 1) las perspectivas se han vuelto más pesimistas en medio de una creciente preocupación sobre el debilitamiento de la demanda; 2) el aumento de los precios continúa elevado, aunque las expectativas apuntan a una moderación en un futuro próximo. En resumen un escenario cercano a la temida estanflación –estancamiento económico con inflación– que deja en el aire si la Fed opta por intentar atajar las espirales inflacionistas con nuevas alzas de tipos o prefiere evitar o mitigar una recesión que parece inevitable.
La situación económica no es igual a ambos lados del Atlántico, pero lo que ocurre en Estados Unidos repercute en Europa antes o después. Muchos expertos sostenían que las causas de la inflación americana y europea son muy diferentes. Es probable que así fuera en el origen, pero conforme pasan los meses y los precios siguen al alza eso cada vez tiene menos importancia. El Banco Central Europeo (BCE) que preside Christine Lagarde no tiene por el momento, que se sepa, «libro beige», pero sí sus métodos –algunos también cualitativos– para otear el horizonte económico forman parte del conjunto de elementos que tiene en cuanta para adoptar sus decisiones. El próximo jueves, día 27, el BCE celebra su próxima reunión y, en teoría, es probable que vuelva a subir otra vez los tipos de interés. Es lo que prevén el mercado y los analistas, tras las pistas –algunas muy evidentes–que han dejado en las últimas semanas tanto Lagarde como el vicepresidente Luis de Guindos, sin olvidar a Oscar Arce, director general de Economía del BCE, que indicaba esta semana que la inflación seguirá elevada durante algún tiempo. La duda que surge a ambos lados del Atlántico, ahora avivada con lo que apunta «el libro beige» en Estados Unidos y las previsiones de recesión en Alemania, es hasta dónde están dispuestos a seguir adelante con su política la Fed y el BCE. Ambos son independientes y pueden y deben demostrarlo, pero tampoco son inmunes no solo a las presiones indirectas de los Gobiernos, sino de las opiniones públicas. Un verdadero rompecabezas en un mundo de color «beige».
La guerra comercial China-USA sigue adelante en segundo plano
La guerra de Putin lo oculta casi todo, pero en segundo plano ahí sigue la pugna –no bélica por supuesto–comercial entre China y los Estados Unidos, que no acabó con la salida de Trump de la Casa Blanca. Todo lo contrario, y las nuevas restricciones impuestas por la Administración Biden a las exportaciones de tecnología a China añaden más tensión política entre la principal economía del mundo, que quiere mantener su hegemonía, y el gigante asiático.
El muy temido rebote del gato muerto
Los expertos advierten sobre el rebote de las bolsas en los últimos días y apelan al conocido dicho de los mercados del «rebote del gato muerto». Apuntan que la situación en los mercados –sobre todo en los americanos, que marcan la tendencia– es muy similar a la de 2008, tras el primer impacto de la Gran Recesión. Entonces, tras una pequeña recuperación, se agudizaron las caídas hasta que comenzó el último periodo alcista que duró alrededor de diez años, hasta la pandemia.
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