Finanzas

¿Adiós al dinero en efectivo en 10 años?

Casi la mitad de las empresas españolas cree que los billetes y las monedas desaparecerán antes de 2030, pero el 90% de los ciudadanos sigue usando efectivo y lleva 50 euros de media en la cartera

Un crédito personal es un producto bancario que puede resultar muy útil para financiar proyectos personales
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El mercado de medios de pago es un sector que se ha fragmentado en los últimos años. En España, el 43% de las empresas del país considera que el dinero en efectivo desaparecerá en el corto plazo, concretamente en 2030, y que será sustituido por los pagos electrónicos a través de dispositivos como el teléfono móvil o, incluso, el propio reloj de pulsera. Según se detalla en el informe sobre gestión y prevención de impagos de la compañía Intrum, en 2018 se llevaron a cabo más de 90.700 millones de pago por medios distitntos al efectivo en la Unión Europea. Con todo, el 91% de los españoles sigue usando efectivo, fundamentalmente en las compras del día a día y en las de menor importe, por debajo de 50 euros. Según el Banco Central Europeo, los españoles llevan esos 50 euros de media en la cartera, muy por debajo de los 103 euros de los alemanes, pero por encima de los 29 de los portugueses y los 32 de los franceses.

En el caso de España, no todas las comunidades autónomas apuestan por la transformación digital. En este sentido, Murcia cuenta con un 70% de empresas que consideran que el dinero en efectivo nunca llegará a desaparecer, una cifra similar a la de Castilla y León (69%) y Galicia (67%). Por otro lado, en Madrid un 52% de las compañías cree que la desaparición del efectivo se producirá en menos de diez años, seguidas de las aragonesas y valencianas, donde lo piensan un 50%.

Con esto, España aún se encuentra cinco puntos por debajo de la media del Viejo Continente, que se dispara al 53%, lo que hace que se sitúe dentro de los seis países que más lejos ve una sociedad sin dinero en efectivo, seguida de Letonia, República Checa y Bulgaria. En el lado opuesto se encuentran Reino Unido, Holanda y Suecia, donde la puja por formas de pago alternativas al dinero en metálico se ha propulsado en los últimos años.

Para la consultora PwC, la preferencia en Europa por el efectivo y la fragmentación del mercado se han convertido en los obstáculos principales para crear una industria de medios de pago en la Unión Europea. Por ello, la consultora ha señalado que la labor, tanto de los bancos europeos como de los proveedores de medios de pago, es la de convencer a los consumidores de los beneficios potenciales que tiene el hecho de compartir sus datos dentro de las pautas establecidas, así como potenciar la ciberseguridad frente a los posibles ataques electrónicos. Uno de los países de Europa que ya ha comenzado con medidas que tienen como objetivo impulsar el pago con "dinero de plástico"ha sido Italia.

El país de la bota busca recuperar 7.000 millones de euros mediante la lucha contra la evasión fiscal y espera recaudarlos incentivando el pago con tarjeta de crédito. El ministro de Economía, Roberto Gualtieri, aseguró que, en el corto plazo, planteará un borrador de los Presupuestos para que el Estado rebaje los distintos tramos del IVA para quien compre determinados productos con "dinero de plástico". Con ello, prevé una bonificación de hasta 475 euros para el usuario que se haya gastado un mínimo de 2.500 euros al año en sectores susceptibles al fraude, como la restauración o las obras en el hogar. Esta medida se ha bautizado como "bonus Befana"(festividad equivalente en Italia a los Reyes Magos de España).

En el caso de España, la herramienta Bizum ha sido el sistema que ha abierto la veda a la confianza de los consumidores en lo que se refiere a simplificar y extender los pagos y transferencias de dinero de forma digital. La aplicación, que este año ha cumplido su tercer aniversario, cuenta con cinco millones de usuarios y prevé cerrar el ejercicio de 2019 con seis millones de clientes más. Desde su lanzamiento, Bizum ha movido más de 2.600 millones de euros en transacciones y ha superado los 53 millones de operaciones, que han alcanzado un importe medio de 50 euros. Esta herramienta permite los pagos de cuenta a cuenta entre particulares sin necesidad de conocer los datos bancarios del destinatario, ya que se basta con un número de teléfono o correo electrónico.

En el conjunto de Europa, la nueva directiva sobre servicios de pago moderniza la legislación aplicable a los pagos cibernéticos, introduce a la vez nuevos requisitos en materia de seguridad y aumenta la protección de los datos financieros de los consumidores. El listado de normas que se han incluido en esta legislación abre, además, la operativa de los pagos a agentes distintos al sector financiero, y prohíbe los recargos. La idea de hacer desaparecer el dinero en efectivo, impulsada por los avances tecnológicos es, por tanto, cada vez más plausible.