Finanzas
Bitcoin, ¿burbuja o valor refugio frente al oro?
Pese a la volatilidad, su valor no deja de crecer e, incluso, ha llegado a superar el del oro.
Si hace apenas cuatro años, una unidad de la moneda virtual se cambiaba por 20 dólares, hoy en día vale más de 1.000 dólares.
Es inmaterial y finito. No se puede ver, tocar, oler ni poseer. Su uso, limitado en muchos países, apenas está aceptado en un puñado de establecimientos. La cotización es absolutamente volátil y en apenas unas horas su valor puede pasar de un millar de dólares a unas pocas decenas. Se trata del bitcoin, la moneda virtual más popular del mundo, que ha empezado 2017 a toda máquina llegando a igualar a principios de enero el precio de la onza de oro, el valor refugio por excelencia. En concreto, nada más comenzar el ejercicio, el bitcoin superó el nivel de los 1.000 dólares por primera vez en tres años. Días más tarde, su valor en las plataformas chinas de negociación Huobi y OKCoin llegó a rozar los 1.200, unos céntimos por encima del precio que por entonces marcaba el valioso metal amarillo.
Un sistema paralelo
Pero, ¿puede convertirse la criptomoneda en un valor refugio para los inversores? Kay Van-Petersen, analista global de Saxo Bank, sostiene que todavía es pronto para otorgar este papel al bitcoin. «Las monedas virtuales son fenómenos estructurales a largo plazo. En estos momentos, todavía son muy jóvenes, son como bebés, y no son refugios seguros». «Piensa en el primer coche, el primer ordenador o los primeros días en internet... es donde estamos ahora mismo con el bitcoin», añade. Creado en 2009, por una o varias personas bajo el alias de Satoshi Nakamoto –la identidad real de los autores sigue siendo un misterio pese a que el año pasado un empresario australiano de 44 años, Craig Wright, se atribuyó su autoría–, la realidad es que pese a que no ofrece la misma seguridad que el oro su valor crece como la espuma. Si a comienzos de 2013 se cambiaba un bitcoin por alrededor de 20 dólares, hoy en día su precio ronda los 1.000 dólares. Sin ir más lejos, el año pasado se disparó un 125% superando con creces al resto de divisas.
Así, donde algunos ven una enorme burbuja especulativa, otros creen haber encontrado una suerte de sistema monetario paralelo y descentralizado. Es decir, independiente de gobiernos y bancos centrales. «Al contrario que con las divisas tradicionales, el precio de las monedas virtuales se basa en la oferta y la demanda. Su valor fluctúa tanto porque sigue siendo un activo muy joven y todavía queda mucho desarrollo por venir y más aceptación», señala Van Petersen. Todas las transacciones que se hacen en el mundo, unas 70.000 al día, se realizan a través de complejos algoritmos en miles de ordenadores que impiden que un mismo bitcoin sea utilizado en más de una operación. Cada propietario posee uno o varios monederos electrónicos, y cada cual con una clave pública que se da para recibir pagos y otra privada y secreta que se usa para efectuarlos. Las personas encargadas de validar esos códigos, denominados mineros, son usuarios anónimos que reciben una compensación virtual por su trabajo.
China
El 90% de las operaciones que se realizan con la moneda virtual en todo el mundo tienen lugar en China. ¿Por qué? En 2016, el yuan se devaluó un 7% en su mayor caída en más de 20 años, lo que unido a las malas perspectivas sobre la divisa china, cuyo valor se prevé siga cayendo durante este ejercicio, han llevado al gigante asiático a monopolizar el mercado de bitcoins. «Los controles de divisas –apunta el analista de Saxo Bank– son un gran problema en China y el bitcoin se utiliza como una forma de transferencia tanto dentro como fuera del país para sortear las limitaciones regulatorias». Otro factor que diferencia al país comunista y al resto de mercados asiáticos es la rapidez con la que sus usuarios adoptan las nuevas soluciones tecnológicas, incluidas también aquellas relacionadas con el sector financiero. «Espero que en los próximos años el asiático se convierta en uno de los primeros mercados del mundo en adoptar las criptomonedas, por delante de Europa y Estados Unidos», confía Van Petersen.
Aunque por el momento tendrá que esperar. En enero, coincidiendo con el rally alcista del bitcoin, el banco central de China anunció por sorpresa una investigación de las transacciones realizadas por las principales plataformas donde cotiza la moneda virtual, como BTCC, Huobi y OKCoin, para comprobar si ha habido casos de manipulación de mercado, financiación ilícita o blanqueo de dinero. Esta decisión provocó un descalabro en los mercados. Según las previsiones de Saxo Bank, en 2017 el comportamiento de la divisa virtual seguirá siendo errático, aunque se mantendrá en la horquilla de entre los 700 y los 2.000 dólares. ¿Cuál es su techo? «Es difícil de saber, en una década, el bitcoin puede no valer nada o valer 20.000 dólares. Yo apostaría por lo segundo», concluye.
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