Cataluña y las regiones de izquierdas tienen los impuestos más altos

Los economistas tildan de «desigual» el sistema fiscal autonómico y piden su reforma. Los tributos propios sólo son el 2,2% de la recaudación total

Desigual, anárquico, incompresible, espeso... La lista de adjetivos peyorativos que el Consejo General de Economistas y el Registro de Asesores Fiscales (Reaf-Regaf) emplearon ayer para calificar el sistema impositivo autonómico fue tan larga como contundente y sirvió de argumento a ambos colectivos para reclamar la reforma en profundidad de un modelo que, tras su análisis, llega a la conclusión de que en Cataluña y en las comunidades autónomas gobernadas por gobiernos de izquieda (PSOE-Podemos) son en las que más se tributa.

La XVI edición del estudio «Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2017» concluye que las desigualdades entre unas comunidades y otras son notables. Y no sólo por los tipos. Cada gobierno ha empleado su capacidad normativa para establecer multitud de reducciones, deducciones o bonificaciones que han contribuido a crear una maraña impositiva tan desequilibrada como difícil de comparar.

Impuesto de la renta

En materia de IRPF, el impuesto más relevante, Extremadura y Cataluña se erigen como las regiones con el tipo mínimo más alto, 10,5% y 12%, respectivamente. En cuanto al máximo, a la comunidad catalana la secundan Andalucía, Asturias, Cantabria, Cataluña, La Rioja y la Comunidad Valenciana, con el 25,5%. Esta última, gobernada por el socialista Ximo Puig con el apoyo de Podemos y Compromís, ha elevado el máximo dos puntos, desde el 23,38% anterior. Extremadura, por su parte, ha eliminado las deducciones.

La comunidad gobernada por el socialista Guillermo Fernández Vara aplica las tarifas más altas en el impuesto de patrimonio, con un máximo de hasta el 3,75%. Por encima de ese umbral están también Islas Baleares (3,45%), Comunidad Valenciana (3,12%), Galicia (3,03%), Andalucía (3,03%), Asturias (3%) y Región de Murcia (3%). Cataluña aplica un máximo del 2,75%, por encima del 2,5% de tope que tienen el resto de autonomías. Madrid, que es la región con tipos más bajos en IRPF –9,5% de mínimo y 21% de máximo– bonifica el 100% de este impuesto.

Heredar es quiza la cuestión, en materia fiscal, en la que hay más desigualdad entre los españoles. Los tipos máximos pueden oscilar entre el 40% y el 67%. También hay diferencias abultadas en sociedades y actos jurídicos documentados. Ello, aderezado además de multitud de deducciones que hacen más complicada cualquier comparación. Aragón y Extremadura son las comunidades autónomas en las que más se paga, mientras que la Comunidad de Madrid vuelve a ser otra vez el contrapunto, con una bonificación del 100% de la tasa.

En conjunto, las comunidades tienen 79 impuestos propios en una maraña de extrema complejidad que aconseja «una revisión en profundidad», como advirtió el presidente del Consejo de Economístas, Valentín Pich. Máxime, porque como muestra el estudio, muchas de estas tasas están en suspenso, otras están bonificadas al 100% y algunas han sido declaradas inconstitucionales y su incidencia en la recaudación impositiva de las comunidades apenas fue del 2,2% en 2015.

Eliminar patrimonio

Para simplificar el sistema, los economistas y Reaf-Regaf abogan por la supresión del impuesto de patrimonio y por una mayor igualdad, al menos en los tipos mínimos, en el de sucesiones. «Hay que hacer tipos mínimos y a partir de ahí, que cada uno se espabile», apuntó Pich. Jesús Sanmartín, presidente de los asesores fiscales, apuntó que «lo que recauda de verdad son los grandes impuestos. Tampoco hay que hacer piruetas, ya que sucesiones recauda relativamente poco». La gran fiscalidad recauda el 83,36% del total, distribuido entre el IRPF (35,7%), el IVA (31,62%) e impuestos especiales (16,04%).