Rescate a Chipre

Chipre sufrió una súbita fuga de capitales antes del «corralito»

La Prensa del país acusa a políticos de todos los partidos de sacar dinero en vísperas de la quita El Gobierno de la isla contempla abrir casinos para reactivar la economía tras el rescate europeo

El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, ayer en Nicosia
El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, ayer en Nicosialarazon

Pese a que Chipre ha aplicado importantes controles sobre el movimiento de capitales desde el jueves pasado, cuando se reabrieron los bancos después de dos semanas tormentosas donde se dio un vuelco a la isla, lo cierto es que se están produciendo extrañas operaciones que tienen visos de ilegalidad.

Pese a que Chipre ha aplicado importantes controles sobre el movimiento de capitales desde el jueves pasado, cuando se reabrieron los bancos después de dos semanas tormentosas donde se dio un vuelco a la isla, lo cierto es que se están produciendo extrañas operaciones que tienen visos de ilegalidad.

La preocupación reina en las calles del país después de que las cuentas de más de 100.000 euros hayan sido congeladas en el Banco de Chipre (18.500 millones de euros en depósitos) y en el Laiki (9.200 millones), las mayores entidades del país. Además, por encima de ese límite los depositantes han visto menguar sus ahorros en un 60%, mientras que el 40% restante será situado en una cuenta bloqueada durante seis meses para impedir la fuga de capitales.

Familiares de Anastasiadis

Sin embargo, ya han trascendido casos paradigmáticos que estarían muy cerca de la corrupción. De hecho, según el diario «Jarav-gui» –afín al partido comunista AKEL– familiares del presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, podrían estar implicados en la presunta salida de capitales masiva en víspera del acuerdo con la troika –Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional– que aplicó esas quitas.

De acuerdo con el rotativo, una compañía chipriota, Loutsios & Sons, cuyo propietario forma parte de la familia política de Anastasiadis, habría realizado, tan sólo tres días antes del primer acuerdo con el Eurogrupo, una trasferencia de unos 21 millones de euros desde el banco Laiki a dos entidades financieras en Londres. Según estas informaciones, en el escándalo estarían implicados políticos de todos los partidos, con excepción –por el momento– de los socialdemócratas de EDEK y de los ecologistas.

Anastasiadis ha denunciado que estas informaciones son un «intento de desorientar al pueblo», pero el diario ha lanzado también las sospechas sobre el gerente del banco que autorizó una transferencia de este tipo en el momento en que había claras instrucciones para restringir estas operaciones.

«Quisiera dejar clara una cosa sobre todo esto: ni sabía ni tampoco hubiera sido posible dar informaciones privilegiadas justo en el momento en el que estaba luchando en la madrugada del sábado (15 de marzo) por evitar lo que nos han impuesto», manifestó el mandatario chipriota. «El intento de difamar a compañías o personas ligadas a mi familia, y el objetivo de dañar al presidente, es una tentativa de desorientar al pueblo sobre las responsabilidades de quienes han llevado el país a una situación de quiebra», dijo Anastasiadis.

No obstante, el propio ministro de Finanzas, Mijalis Sarris, reconoció esta semana en declaraciones a la televisión que el Gobierno estaba al tanto de que el Eurogrupo tenía previsto proponer una tasa a los depósitos bancarios, y que estuvo analizando alternativas para evitar el gravamen, lo que respaldaría las teorías del uso de información privilegiada.

Precisamente, el Gobierno chipriota ha anunciado la creación de una comisión ad hoc para aclarar estas situaciones y otras relacionadas con la depuración de responsabilidades políticas y bancarias en torno a la crisis financiera, pues se sospecha que los principales bancos condonaron total o parcialmente créditos a políticos, empresarios y dirigentes sindicalistas.

Lo que sí está confirmado es que los depósitos de ciudadanos de la eurozona en bancos de Chipre cayeron un 18% en febrero, según datos publicados por el Banco Central de Chipre en su informe estadístico del pasado febrero. Todo lo demás son por ahora especulaciones. Por ejemplo, el economista francés Jacques Sapir apunta a fugas de capitales de entre 4.000 y 6.000 millones de euros.

El recurso del juego

Por otra parte, según el diario británico «The Guardian», el Gobierno chipriota estaría investigando la apertura de casinos en su territorio para volver a dinamizar la economía y suplir así su importante sector financiero, seccionado irremediablemente como condición para el rescate europeo de 10.000 millones.

Por ahora, los casinos se encuentran solamente en la parte turca de la isla, situada en el norte. Las agencias de viajes de Estambul organizan incluso «estancias casino» desde 300 euros en esta parte de la isla ocupada por Turquía desde la intervención de 1974. Hasta ahora, la Iglesia ortodoxa se había opuesto a la apertura de establecimientos de este tipo en el país.