Compartir piso para sobrevivir

Casi la mitad de los españoles no encuentra una vivienda que pueda pagar y el 57% cree que vivir de alquiler es tirar el dinero.

Pasar largas horas frente al ordenador vagando de un portal inmobiliario a otro en busca de una habitación, un piso o una casa que no absorba su sueldo mensual por completo: esta ya es una constante en el día a día de muchos españoles para los que encontrar una vivienda asequible se ha convertido en misión imposible. Concretamente, el 44% de la población que busca un inmueble no encuentra uno que pagar según un estudio de Casaktua.com.

El problema del precio es el principal impedimento para los que pretenden cambiar de alquiler. En este escenario hostil, el porcentaje de españoles que tiene intención de cambiar de vivienda próximamente ha descendido un 15%. La falta de asequibilidad es un arma de doble filo. El 47% afirma no cambia de residencia debido a la inaccesibilidad de los precios, mismo motivo por el que el 8% de los inquilinos se ven empujados a buscar otras opciones, ya que su casero les subirá la cuota mensual una media de 75 euros. Un incremento experimentado por un 13% de españoles que ya pagan 53 euros más al mes.

Siete de cada diez españoles tienen que compartir piso para poder hacer frente a los gastos del alquiler. Tras saltar de una página web a otra sin éxito, aquellos que van en busca de un nuevo hogar han decidido aumentar su presupuesto un 11% en el último año, pasando de 513 euros a 568 euros. Este ascenso de 55 euros de media va ligado a la imposibilidad de encontrar un arrendamiento que se ajuste a sus necesidades y que case dentro del presupuesto que inicialmente se habían planteado. Y es que el promedio del alquiler ha crecido un 14% respecto a 2018. Dentro de este contexto, tres de cada cuatro españoles creen que estamos sumergidos en una nueva burbuja inmobiliaria.

Hombres en los 40 y mujeres jóvenes: así es el perfil del comprador e inquilino

El prototipo de comprador es un hombre de 35 a 44 años, con pareja sentimental y dos hijos como máximo, y con unos ingresos netos familiares de más de 1.800 euros mensuales. Por el contrario, los que van a mudarse a un inmueble de alquiler son, principalmente, mujeres de 25 a 34 años, de familia “tradicional” o con pareja y sin hijos, y con un salario familiar de hasta 1.800 euros.

Los elevados requisitos para la compra de una vivienda y la solvencia que exigen las entidades bancarias para la concesión de un préstamo hipotecario, arrastran a seis de cada diez españoles a vivir de alquiler contra su voluntad, aunque su deseo sea comprar. De ellos, el 57% opina que pagar un alquiler mensual es tirar el dinero. Tener una vivienda en propiedad implica disponer de un colchón económico. No sólo aporta la seguridad de tener un techo bajo el que dormir, sino que, a modo de inversión, disponer de una vivienda o de un garaje que alquilar a largo plazo son una fuente ingresos asegurada ante una posible falta de liquidez.

Sin embargo, los futuros propietarios optan por comprar viviendas más baratas. Su presupuesto medio es de 168.422 euros, 3.000 menos que el año anterior. Tomando este baremo como referencia, un español necesita haber ahorrado el 30% del coste de su futura vivienda (50.000 euros), para que su banco vea con buenos ojos concederle una hipoteca. Factores como este hacen que pese a que el pago mensual de una hipoteca es un 6% más barato que el de un alquiler, el 67% de los encuestados por el portal inmobiliario no cumplan los requisitos solicitados por las entidades bancarias.