Energía eléctrica
El autoconsumo podría subir la luz hasta un 6,3%
La regulación de Industria frena el desajuste de hasta 1.800 millones de euros que se produciría al liberalizar totalmente la autogeneración.
El Gobierno aprobó el pasado viernes el real decreto de autoconsumo eléctrico que contempla lo que se ha denominado «impuesto al sol», que grava la producción de energía proveniente de los paneles para el autoconsumo. Quienes busquen el respaldo del sistema eléctrico y se enganchen a la red con una potencia menor a 10kW estarán exentos de sufragar parte del coste de respaldo del sistema y los que contraten una potencia mayor, generalmente empresas, deberán pagar un extra vinculado al consumo para mantener el sistema eléctrico. La regulación no contempla, como demandaban las asociaciones de autoconsumidores, el denominado «balance neto», compensaciones en la factura por la energía sobrante que los particulares o empresas con autoconsumo viertan en el sistema. Esta posibilidad sólo se contempla si el autoconsumidor se registra como productor con los consiguientes costes impositivos. Por contra, los autoconsumidores que no se conecten a la red no deberán pagar ningún coste del sistema eléctrico.
El Gobierno exime a los autoconsumidores de electricidad de pagar una parte de los costes regulados del sistema, cuyos gastos sufraga el resto de clientes, pero ha tenido en cuenta el impacto del autoconsumo en el conjunto del sistema eléctrico para no ir más allá en un momento en el que los países que más han apoyado el autoconsumo en Europa, como Alemania o Reino Unido, están introduciendo medidas para reducir las subvenciones y aplicar cargos a quienes deciden producir su propia energía. ¿Por qué?
El autoconsumo tiene ventajas medioambientales y económicas, a largo plazo, para quienes optan por esta modalidad. Sin embargo, la mayoría de ellos necesitan del respaldo de la red para abastecerse de electricidad en las horas o meses con menor o nula producción. Por eso necesitan conectarse al sistema eléctrico, que tiene unos costes fijos. Éstos representan el 60% de todos los costes, unos 20.600 millones de euros.
Las exenciones para fomentar la autoproducción de electricidad implican que los consumidores que no produzcan su propia energía y recurran al suministro tradicional deberán afrontar los costes añadidos a esas exenciones. Eso podría implicar un encarecimiento de la factura de la luz o la generación de un déficit eléctrico en el caso de no trasladarse ese desajuste a la tarifa.
Un informe de Boston Consulting Group ha trasladado el coste para el consumidor tanto del actual escenario, con el real decreto, como de escenarios más favorables al autoconsumo.
El estudio de la consultora afirma que la exención contemplada en la nueva regulación supone un impacto «sostenible» para el sistema eléctrico y fiscal de 64 millones de euros por cada 1% de penetración del autoconsumo doméstico en el sistema. Sin embargo, el documento advierte de que una penetración mayor de la autogeneración eléctrica generaría graves desajustes.
Agujeros en el sistema
Así, con el actual marco regulatorio, una cuota de autoconsumidores del 10% generaría un agujero de 640 millones de euros. Aunque esa posibilidad es más que remota el estudio evalúa otras posibilidades más favorables al autoconsumo en las que no hagan frente o escasamente a los costes de las redes de transporte y distribución, entre otros conceptos. En función de tres escenarios gradualmente más favorables a los autoconsumidores, y siempre con una penetración de la autoproducción del 10%, el desajuste en el sistema iría desde los 860 hasta los 1.800 millones de euros.
Según las estimaciones de BCG esto se traduciría en un incremento de las tarifas eléctricas para quienes no dispongan de instalaciones de autoconsumo de entre un 3% y un 6,3% «para cubrir los costes asociados que dejarían de pagar los autoproductores».
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