Deuda Pública

El BCE dispara la compra de deuda para frenar el 24-M

Mario Draghi (i), y el comisario europeo de Fiscalidad, Pierre Moscovici (2-i), asisten a la reunión del G7 en el Palacio Real de Dresde.
Mario Draghi (i), y el comisario europeo de Fiscalidad, Pierre Moscovici (2-i), asisten a la reunión del G7 en el Palacio Real de Dresde.larazon

Draghi aumentó el desembolso en bonos españoles, según ha podido saber LA RAZÓN.

El Ibex-35, el principal indicador de la bolsa española se ha dejado en la semana que hoy termina un 2,91%. El bono a diez años, el de referencia en los mercados, ha subido un 3,19%, y la prima de riesgo, 17,5 puntos básicos, lo que equivale a hablar de un repunte del 14,84%. No se puede hablar de una semana maldita (en abril hubo una semana con mayores caídas en el mercado bursátil) pero sí de incertidumbre. Los resultados de las elecciones autonómicas y locales del pasado domingo han sembrado de dudas el horizonte político y la bolsa lo ha notado.

Para alimentar las dudas sobre el futuro, el drama griego vive su enésimo acto y la economía estadounidense ha entrado en recesión. Así que todo lo que han padecido esta semana los mercados no es atribuible exclusivamente a la pérdida de poder del Partido Popular en las regiones y los ayuntamientos y a la irrupción de Podemos o Ciudadanos en el panorama político español, a medio año, aproximadamente.

Según las fuentes consultadas por LA RAZÓN, el Banco Central Europeo incrementó a comienzos de la semana la compra de bonos españoles para no añadir más elementos de incertidumbre a los mercados, pendientes desde hace más de tres meses de un nuevo acuerdo entre los acreedores (UE, BCE y FMI) y el nuevo Gobierno griego. Francisco Sánchez-Matamoros, analista de XTB, ve lógica la actuación de la institución que preside Mario Draghi. «Los mercados necesitan estabilidad, certidumbres, y la primera lectura de los resultados del 24-M podía contribuir a un mayor nervisosismo», explica.

En su opinión, los mercados no interpretaron que en España pudiera pasar los mismo que en Grecia. «Las elecciones autonómicas y locales son una medida, pero no un reflejo de lo que puede pasar en las elecciones generales de finales de año». Con la compra de bonos españoles ( hasta finales del pasado mes de abril el BCE había gastado en ellos cerca de 11.000 millones de euros desde el 9 de marzo) el BCE ha tratado de reforzar la política económica que está siguiendo el Gobierno de Mariano Rajoy y sus reformas.

Sánchez-Matamoros está convencido de que los resultados electorales no son los causantes de que el Ibex perdiera el lunes un 2,01%. «De haber sido así los mercados lo hubieran descontado con antelación». Cuando los acreedores y Grecia alcancen un acuerdo lo normal, asegura es «que los mercados tiren para arriba y el Ibex se acerque a los 12.000 puntos. Para el inversor, estos días son aburridos, pero para los cortoplacistas son jornadas interesantes».

Aunque los mercados no están especialmente preocupados por el impacto de unas elecciones con escasa repercusión más allá de los Pirineos y confían en que la evolución positiva del trabajo en España –Rajoy anunció ayer unos datos espectaculares del paro en el mes de mayo– y el incremento del crédito y del consumo animen aún más la economía y aúpen al Gobierno en las encuestas con vistas a las generales, hay sectores que ya han comenzado a pagar los efectos de la incertidumbre política. En concreto, la construcción y la energía han acusado el impacto en bolsa de la posible paralización de obras ya comprometidas o de un cambio regulatorio que complique sus cuentas de resultados. En particular, las grandes constructoras vieron caer tras el 24-M sus activos en bolsa en mayor medida que el resto de valores, especialmente en el arranque de la semana.

El tímido repunte del sector del ladrillo podría frenarse en seco con la llegada de nuevos consistorios contrarios a la realización de grandes proyectos inmobiliarios, como la denominada Operación Chamartín, que supondría la prolongación del madrileño Paseo de la Castellana en 3,7 kilómetros y la construcción de 17.000 viviendas y varios rascacielos. El montante del soterramiento de buena parte de las vías ferroviarias en la estación de Chamartín y la modernización de la zona norte de la capital alcanzarían los 6.000 millones de euros.

Las compañías eléctricas también sufrieron en el parqué en el arranque de semana ante la inestabilidad regulatoria que se podría derivar del giro político. Endesa y Enagas se dejaron el 4,38% y el 3,71% respectivamente, mientras Iberdrola y Gas Natural capearon el temporal y cayeron el 1,42% y el 1,06%.