BCE

El BCE inyectará hasta 600.000 millones en la zona euro

Hasta 54.000 millones irían destinados a la deuda española, según los expertos. El plan de Draghi se centrará en compras de bonos soberanos

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), el italiano Mario Draghi
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), el italiano Mario Draghilarazon

El «cañonazo» del Banco Central Europeo (BCE) para evitar la deflación en la zona euro y estimular las economías de la moneda única estará dotado con entre 550.000 y 600.000 millones de euros, según los expertos consultados ayer por Bloomberg y Reuters. Morgan Stanley, por su parte, cifró el techo en los 500.000 millones, mientras que Credit Suisse consideró que podría alcanzar los 750.000 millones. El organismo que preside Mario Draghi lanzará previsiblemente este jueves un plan de flexibilización cuantitativa («Quantitative Easing» o QE) similar al que realizó la Reserva Federal (Fed) de EE UU y que «regará» de liquidez los mercados para luchar contra el fantasma de la deflación.

Los recientes datos de inflación, con una caída media de los precios del 0,2% en la zona euro (el objetivo del BCE es de un alza del 2%), y la atonía de las cifras macroeconómicas en países como Alemania, Francia o Italia, son los dos factores principales que respaldan el lanzamiento del QE. De hecho, un 90% de los expertos consultados por Reuters (93% en el caso de Bloomberg) opinaron al respecto que el organismo se embarcará en un amplio programa de compra de activos, con bonos soberanos y títulos de deuda bancaria entre ellos, para lograr una subida de los precios acompañada de aumentos en las cifras de PIB.

El reparto del capital destinado a la reedición del «rescate silencioso» del BCE, mediante la compra de deuda soberana en el mercado secundario, se realizaría en función del peso de cada economía en la zona euro y nunca podrá destinarse a más de un 25% del total del pasivo público de cada país.

Según la previsión anterior, las deudas de Italia y España recibirían un 12% y un 9% de los fondos, que en el caso de totalizar los citados 600.000 millones de euros, 54.000 millones los recibiría nuestro país y 72.000 millones irían destinados a la economía transalpina.

Como señaló el diario germano «Der Spiegel» el viernes, los bonos griegos estarían excluidos del futuro QE del BCE por no tener categoría de inversión y como medida de presión para los votantes griegos ante el ascenso del partido de izquierda radical Zyriza en las encuestas de las elecciones del próximo domingo 25.

Para sacar adelante el QE, el BCE tendrá que vencer la resistencia alemana, que considera que la caída de los precios, provocada por el desplome del crudo en los mercados, ya es un estímulo lo suficientemente grande para la economía de la zona euro. Además, la canciller germana Angela Merkel considera que el lanzamiento de un plan de compra de bonos será un aliciente inmerecido para aquellas economías que aún no han logrado reducir sus desequilibrios, como es el caso de España, Italia, Portugal y Grecia.

El mercado lleva varias semanas descontando un plan de compra de deuda bajo el convencimiento de que el BCE «nunca decepciona» a los inversores. El aval del Tribunal de Justicia Europeo, que la semana pasada dio «permiso» al organismo para lanza un QE «dentro de sus límites», es otro de los escollos que ha conseguido eludir el organismo.

No obstante, y frente al fuerte respaldo que despierta el proyecto de compra de bonos del BCE, también existen versiones críticas. Es el caso de Deutsche Bank, que considera que fracasará tanto en su objetivo de IPC como en su reto de estimular la economía. «Dudamos de que el plan logre las expectativas de inflación previstas por las lecciones fallidas de los programas similares aplicados en EE UU y Japón», señala la entidad en un informe. Sobre el aumento del crédito, el banco asegura que la banca de la zona euro «aún está en proceso de desapalancamiento por motivos regulatorios».

Cierre mixto en el secundario

La primera reacción de los inversores en el mercado secundario fue la de comprar bonos ante la expectativa de que el BCE cumplirá los pronósticos el jueves.

El interés de la referencia española a diez años llegó a descender hasta 1,47%, nuevo mínimo histórico, aunque durante la jornada volvió a situarse por encima del 1,51%, más caro que el viernes, con una prima de riesgo de 108 puntos básicos. Similar movimiento registraron los bonos italianos, que se encarecieron al 1,74%. El bono alemán fue el claro vencedor de la jornada tras caer más de un 3% y marcar nuevo mínimo en su interés. El «bund» germano se abarató al 0,44%, mientras que la referencia francesa registró una pequeña caída hasta el 0,64%.

Nueva emisión sindicada

España ha decidido aprovechar el buen momento del mercado de renta fija para lanzar una nueva emisión sindicada, en la que los bancos colocan directamente la deuda entre inversores, de un bono a diez años. Según fuentes próximas a la operación consultadas por Efe, el Tesoro Público ha dado mandato a seis bancos –BBVA, CaixaBank, Credit Agricole, HSBC, Citibank y Barclays– para que intenten colocar la deuda hoy. La operación se iniciará a primera hora del día con la apertura del libro de órdenes, en el que se registran las peticiones de los inversores, para cerrar la emisión horas más tarde. España también emitirá 5.500 millones en Letras a tres y seis meses.