El desafío independentista
El comercio crece en Cataluña la mitad que en el resto de España
Las ventas suben en septiembre un 1,1%, frente al 2,2% de la media nacional. Sólo Castilla-La Mancha registra peores datos.
Las ventas suben en septiembre un 1,1%, frente al 2,2% de la media nacional. Sólo Castilla-La Mancha registra peores datos.
Los indicadores económicos siguen poniendo en evidencia que la estrategia independentista de Carles Puigdemont es un mal negocio para Cataluña. Las ventas del comercio minorista en la comunidad apenas avanzaron un 1,1% en septiembre, la mitad que en el resto de España, donde subieron un 2,2%, según la estadística del Instituto Nacional de Estadística (INE). Sólo en Castilla-La Mancha (0,5%) creció menos. Si se atiende al índice de ventas deflactado, es decir, sin tener en cuenta los efectos de la inflación, la variación de las mismas en lo que va de ejercicio en Cataluña es del -0,1%. Sólo Extremadura registra un dato peor, -0,2%. El empleo en el sector aumentó de media un 1,6% en todo el país. Sin embargo, en Cataluña apenas lo hizo un 0,8%. Sólo Castilla-La Mancha (0,5%) y Cantabria (0,4%) registraron un comportamiento peor.
Los datos sobre comercio en Cataluña parecen el triste preludio de los males que según las empresas de gran consumo están por venir tras el desafío de Puigdemont. Durante el Congreso de la Asociación de Empresas de Gran Consumo (AECOC) celebrado esta semana en Valencia, las compañías advirtieron de que, si no ceja en su empeño, el presidente catalán provocará un gran destrozo económico en el sector. «Las inversiones se están parando, lo que, dentro de dos trimestres, se trasladará al empleo y al consumo. No sabemos aún cuánto, pero sería una pena que todo el esfuerzo que hemos hecho para salir de la crisis y lograr un sólido crecimiento económico quede diluido por este problema», advirtió el presidente de la asociación, Javier Campo. Según una encuesta de AECOC en la que votaron 1.100 directivos del sector, casi el 70% consideran que la situación de Cataluña es la principal amenaza para el crecimiento económico.
Ante la inseguridad jurídica generada por Puigdemont, cientos de empresas siguen abandonando Cataluña. Según el Colegio de Registradores, hasta el jueves, día en que se especuló con una convocatoria electoral autonómica, ya eran 1.681 las compañías que habían salido de Cataluña desde el día 2.
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