El Estado ahorrará 6.000 millones en prestaciones por desempleo

Las nuevas previsiones económicas para los próximos años recogidas en el Pacto de Estabilidad 2014-2017 están sustentadas en un incremento de la relación ingresos sobre PIB y en una disminución de los gastos sobre la riqueza nacional. Según el texto del Ministerio de Economía, uno de los capítulos más importantes es el que hace referencia a las prestaciones por desempleo, que en el periodo contemplado, hasta 2017, se reducirán en torno a los 6.000 millones de euros. El Estado destina a cubrir anualmente una media de 30.000 millones de euros para pagar, por lo que el ahorro estará cercano al 5% en el transcurso de los cuatro próximos años.

Los ingresos públicos, que en el pasado año totalizaron 386.250 millones de euros, el 37,8% del PIB, crecerán hasta el 39,0% en el horizonte de 2017. Todo lo contrario sucederá con los gastos, 458.827 millones el pasado año (el 44,9% del PIB), que irán reduciendo su peso sobre la riqueza nacional hasta el 40,1%, cerca de cinco puntos porcentuales, lo que equivale a decir un ahorro cercano a los 50.000 millones.

En la senda de la reducción

En 2013, y de acuerdo con los datos recogidos por el Ministerio de Empleo, el Estado gastó en prestaciones para los desempleados un total de 29.807 millones de euros, una cifra que supone el tercer capítulo en importancia, por detrás de las pensiones y los intereses de la deuda, pero que, sin embargo es inferior a los 31.678 millones del ejercicio anterior y lejos de los 32.237 de 2010. Ese año marca hasta el momento el récord de desembolso, aunque el anterior, 2009, fue con diferencia el peor año que ha vivido España en materia laboral en el pasado reciente. Sólo en ese ejercicio, las prestaciones por desempleo subieron en más de un 50%, pasando de 21.047 millones a 31.463, como consecuencia de un aumento del número de beneficiario de 865.000 personas. En los dos primeros meses del año, el montante de las prestaciones ha ascendido a 4.673 millones de euros, frente a los 5.497 millones del mismo periodo del año anterior. La reducción, 824 millones, supone un ahorro en términos relativos del 14,98%, que el departamento que dirige Fátima Báñez, confía en que continúe a lo largo de los próximos meses.

Según las previsiones que el Gobierno contempla para el mercado laboral, la tasa de paro en términos de la Encuesta de Población Activa (EPA) pasará del 25,73% de diciembre de 2013, con el cambio de la metodología de cálculo del INE, al 24,9% este año y al 19,8% en 2017. Si la población activa permaneciese inalterada a lo largo de los cuatro próximos años, el descenso del número de parados se situaría en cerca de 1,5 millones de personas.

Como señaló el titular de Economía, Luis de Guindos, al término del Consejo de Ministros que dio el visto bueno a la actualización de las principales cifras de la economía española para el periodo 2014-2017, el Gobierno prevé crear unos 600.000 puestos de trabajo y reducir el paro en 800.000 personas hasta diciembre del próximo año. La generación de puestos de trabajo se concentrará en el sector servicios y en la industria y, fundamentalmente, en el sector privado, «que es el que tiene que crear empleo».

El mercado de trabajo verá en los próximo años un aumento del número de ocupados del 1,6% anual, si se cumplen fielmente las previsiones del Ejecutivo.

Competitividad

Como resultado de la recuperación del empleo, que crecerá con mayor intensidad a partir de 2015, la tasa de paro irá reduciéndose progresivamente, viéndose su efecto potenciado en los primeros años del período, por la reducción del número de activos ante las corrientes migratorias inversas.

El elevado ritmo de creación de empleo –asegura el texto del Gobierno– hará que la productividad aparente retroceda hasta 2015, aunque con posterioridad se recuperará. El Gobierno valora este dato puesto que se produce en un contexto de creación de empleo y crecimiento equilibrado de la actividad económica.

La evolución de la productividad, junto con la contención salarial impulsada por la moderada inflación, seguirá propiciando un comportamiento contenido en los costes laborales unitarios y ganancias de competitividad. Para el próximo año el Gobierno deja la puerta abierta a una subida salarial moderada, que será mayor en 2017.