Industria del automóvil

El Ejecutivo niega ahora que quiera prohibir el diésel y la gasolina pese a dejarlo por escrito dos veces

La presión del sector le ha obligado en ambas ocasiones a rectificar sus intenciones

Los motores de combustión son objeto de persecución por el Ejecutivo
Los motores de combustión son objeto de persecución por el Ejecutivolarazon

La presión del sector le ha obligado en ambas ocasiones a rectificar sus intenciones.

El Gobierno quiere cortarle las alas a los vehículos de combustión, pero cada vez que lo intenta, la presión del sector le obliga a rectificar sus planes. La última, ayer, cuando la ministra de Industria, Reyes Maroto, aseguró que el Gobierno de España «nunca» ha hablado de una «prohibición» a la venta de coches de combustión a partir del año 2040, y lo achacó a un «error» en el documento que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entregó a Podemos de cara a un acuerdo de investidura y para la formación del nuevo Ejecutivo.

«Nosotros nunca hemos hablado de prohibición», sentenció la titular de Industria, mientras intentaba transmitir que todo había sido una equivocación, «ya corregida», que obedece a que la «versión» de la propuesta presentada «no era la definitiva».

Maroto aseguró que el compromiso del Ejecutivo con el sector es el de llevar a cabo una «transición ordenada en la comercialización de estos turismos», tras la aprobación de un anteproyecto de ley de energía y clima en el que ya se incorporaba «una hoja de ruta para llevar a cabo una descarbonización» del mercado.

La ministra confirmó que se mantiene en contacto directo con el sector, al que ha prometido una partida de 2.600 millones para que «la industria tenga ese horizonte de mejora de reducción de emisiones». Se trata de algo que, según la ministra, ya se está haciendo y que el Ejecutivo va a impulsar.

El PSOE tuvo que modificar en el documento de propuestas presentado a Podemos el artículo vinculado con el veto de la comercialización de vehículos de combustión desde 2040, al suprimir la palabra prohibir y aludir en su lugar a la toma de las medidas necesarias para que «no más tarde» de esa fecha, los turismos y vehículos comerciales tengan unas emisiones de cero gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro.

Pese a lo que dijo Maroto, no es la primera vez que los socialistas dejan por escrito sus intenciones de prohibir estos motores y luego tienen que dar marcha atrás en sus intenciones. En un primer borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) sobre el que trabajaba el Gobierno anterior de Pedro Sánchez se recogía la prohibición de la venta de turismos y vehículos nuevos de gasolina, diésel, de gas y también híbridos desde dicho ejercicio. No obstante, tras las críticas suscitadas, esta terminología se eliminó del texto definitivo del PNIEC.