El aeropuerto de El Prat se prepara para el caos

Los trabajadores de Eulen rechazan la oferta de la Generalitat y el Gobierno fija unos servicios mínimos del 90% a partir del lunes.

Parece que va para largo. El aeropuerto de El Prat de Barcelona lleva dos semanas instalado en el caos, con colas diarias de hasta dos horas. Existe la mediación de la Generalitat, pero el principal problema es que AENA ha tardado en reaccionar. Los trabajadores de Eulen, empresa encargada de los filtros de seguridad en el aeropuerto, anunciaron ayer a media tarde su rechazo a la propuesta de mediación de la Generalitat, aceptada por la empresa, consistente en un aumento de sueldo de 200 euros en doce pagas, y por lo tanto se mantienen los paros parciales convocados para mañana, viernes y para el próximo domingo, y la huelga indefinida prevista a partir del lunes. La primera reacción del Gobierno ha sido fijar unos servicios mínimos del 90% para la huelga indefinida que comienza el lunes.

A partir de ahora, el escenario se presenta aún más apocalíptico ya que los empleados no aceptan los propuestas económicas de la Generalitat. Los empleados podían votar entre cinco opciones: la propuesta de la Generalitat, de 200 euros por doce pagas; otra de 200 euros por quince pagas; 250 euros por doce pagas, 250 euros por quince o 350 euros también por quince. Finalmente optaron mayoritariamente por la cuarta.

La clave: 15 pagas

En la votación, que empezó a las 11:00 horas, y terminó a las 19:00 horas, participaron 176 trabajadores de los 350 que tiene Eulen en los filtros de seguridad en el aeropuerto de Barcelona, confirmaron las fuentes.

La opción ganadora, la de un complemento de 250 euros por 15 pagas, obtuvo 89 votos; seguida muy de cerca por la opción de 200 euros por quince mensualidades (82 votos), mientras que la propuesta de la Generalitat y de Eulen recibió dos votos, y la opción de un complemento de 250 euros por doce mensualidades ha obtenido tres apoyos; la opción más alejada, de 350 euros por quince pagas, no obtuvo respaldo alguno.

El comité de huelga había manifestado que estaba mayoritariamente a favor de la segunda opción, la segunda más votada, lo que suponía acercarse a la oferta de la empresa y una rebaja importante respecto a las condiciones exigidas inicialmente, ya que reclamaban que el complemento salarial fuera de 350 euros por quince pagas, que finalmente no recibió ningún apoyo.

La consecuencia está clara. Hoy y el próximo domingo se repetirán los paros parciales de una hora a las 6:30, 10:30, 14:30 y 18:30 horas y, a partir del lunes, se espera una huelga indefinida de 24 horas si los trabajadores y la empresa no alcanzan un acuerdo en los próximos días.

Estas huelgas, sin que las administraciones hayan podido solucionarlo, están perjudicando mucho a los usuarios de El Prat. Son ya miles de pasajeros que han perdido sus respectivos vuelos, teniendo en cuenta que las colas han alcanzado incluso las dos horas. Muchos de los viajeros han llegado a El Prat con tres o cuatro horas de antelación.

A la espera de Fomento

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, aseguró que el Gobierno tomará «todas las medidas necesarias» para garantizar la seguridad y el orden público en el aeropuerto, y para minimizar los efectos negativos de la huelga de los empleados de seguridad de Eulen en los próximos días.

De la Serna avanzó que hoy se celebrará en Barcelona una reunión del Comité de Crisis –del que forman parte representantes de Fomento, del Ministerio del Interior, de AENA, de la Guardia Civil y de la Abogacía del Estado, entre otros– para analizar las medidas a adoptar.

El ministro, que no precisó las medidas que se barajan, recalcó que ahora se abre un nuevo escenario, cuyas consecuencias son difíciles de valorar, y que puede provocar «importantísimos daños» a los ciudadanos y a los turistas que visitan España.

La Generalitat instó a la dirección y al comité de Eulen a continuar negociando para solucionar el conflicto abierto en el aeropuerto, y acusó al comité de actuar de manera «injusta e ilícita». «Nos hemos sentido utilizados. Las horas de mediación que hemos invertido han sido en balde. Hace falta más compromiso por parte de los interlocutores», aseguró la consejera de Trabajo, Dolors Bassa. Se mostró especialmente dolida por el hecho de que el comité llevara a la asamblea nuevas propuestas no consensuadas en las conversaciones presentes en la mediación.