Revolución en la cúpula: nombra un nuevo presidente y releva al de SEAT

El fabricante automovilístico alemán Volkswagen nombró al actual presidente del productor de deportivos Porsche, Matthias Müller, nuevo presidente de todo el grupo, con efectos inmediatos.

Las consecuencias del conocido como «Dieselgate» en la cúpula directiva de Volkswagen han empezado ya a materializarse para tratar de taponar la hemorragia que está suponiendo en el fabricante alemán la mayor crisis en sus casi 80 años de historia. Si el pasado miércoles el escándalo le costaba el puesto al presidente mundial del grupo, Martin Winterkorn, ayer, el consejo supervisor de la firma daba forma al nuevo organigrama que tendrá que pilotar la difícil etapa por la que atraviesa Volkswagen.

Lo primero que hizo fue confirmar lo que era casi un secreto a voces: el nombramiento de Matthias Müller como nuevo máximo responsable a nivel mundial de Volkswagen. El hasta ahora consejero delegado de Porsche mantendrá el cargo al frente de la firma de vehículos de lujo por el momento. Porsche es el máximo accionista del grupo Volkswagen, con una participación del 31,5%.

Müller explicó que su tarea más urgente «es recuperar la confianza en el grupo, no escatimando esfuerzos y con la máxima transparencia» e hizo hincapié en que no se volverá a repetir un escándalo como el actual en el primer fabricante automovilístico de Europa. «Bajo mi liderazgo, Volkswagen hará todo lo que pueda para desarrollar e implementar los estándares de gobernanza y conformidad más estrictos en nuestra industria. Si logramos esto, entonces el grupo tiene una oportunidad de emerger de esta crisis con más fuerza que antes, con su fuerza innovadora, sus marcas fuertes y, sobre todo, su competencia y equipo muy motivado», dijo Müller.

El nuevo presidente de la multinacional es licenciado en Informática por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Múnich e inició su trayectoria profesional en la firma alemana Audi –perteneciente al grupo Volkswagen– en 1977. Desde 2010 dirigía Porsche, ocupándose de integrar al mayor fabricante de vehículos deportivos del mundo en el consorcio automovilístico de Volkswagen.

El otro gran cambio de calado en el grupo fue la sustitución del presidente de SEAT, Jürgen Stackman, por el actual vicepresidente de Ventas y Marketing de Audi, el italiano Luca de Meo. Stackman, que dirigía la española desde 2013, no abandona Volkswagen, pues ha sido escogido como vicepresidente de Ventas, Marketing y Posventa.

Contra todo pronóstico, Michael Horn, responsable del grupo en Norteamérica –epicentro del escándalo–, se mantiene en su cargo. «La hemos cagado por completo», reconoció Horn hace sólo unos días. Los cambios en Volkswagen afectan también a otros puestos directivos, así como a la estructura de sus negocios. El español Francisco Javier García Sanz, responsable de compras del grupo y miembro del consejo, amplía su contrato por cinco años más.

Perfil

Un «trabajador incansable» para SEAT

El italiano Luca de Meo (Milán, 1967), un hombre que se ha caracterizado por su calado en la cúpula de Audi, tendrá a partir del 1 de octubre el futuro de Seat en sus manos, con 3.300 millones de euros de inversión para afianzar la marca española dentro del grupo Volkswagen y en los mercados internacionales. Tras estudiar Administración de Empresas en su ciudad natal, pasó al mundo del automóvil. Habla español a la perfección y es conocido como una persona muy cercana a su equipo y un trabajador incansable.