Construcción

El peso de la construcción en el PIB vuelve a crecer doce años después

Su aportación a la riqueza nacional subió una décima el año pasado, hasta el 5,2%

El peso de la construcción en el PIB vuelve a crecer doce años después
El peso de la construcción en el PIB vuelve a crecer doce años despuéslarazon

Su aportación a la riqueza nacional subió una décima el año pasado, hasta el 5,2%.

Tras ser señalado como uno de los sectores que contribuyeron de manera decisiva a que lo que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero calificó en un primer momento de «ligera desaceleración» degenerase en la mayor recesión conocida en décadas por el país, el sector de la construcción inició en 2009 una caída libre que tardó seis años en frenar. Fue en 2015 cuando su producción en términos nominales alcanzó los 54.927 millones de euros, 1.801 más que el año anterior. Sin embargo, no ha sido hasta el año pasado cuando su peso en la economía en términos porcentuales ha avanzado por primera vez en doce años. Apenas fue una décima, del 5,1% al 5,2%, según recoge el Informe sobre el sector de la construcción de la Fundación Laboral de la Construcción a partir de datos del INE. Aunque se trata de un mínimo avance, supone un síntoma inequívoco de que el «ladrillo» está de vuelta.

Detrás de esta tímida recuperación de la industria de la construcción está fundamentalmente el resurgir del sector residencial. A pesar de las trabas que están poniendo los ayuntamientos de Madrid y Barcelona para el desarrollo de obra nueva, el año pasado se expidieron visados de dirección de obra para 109.047 viviendas, la mayor cifra desde 2011. Los destinados a obra nueva ascendieron a 80.786, un 18,4% más. Aunque se trata de un avance notable, está lejos de los 865.561 visados que se concedieron en 2006, en pleno «boom» inmobiliario. La inversión en vivienda se incrementó un 13,5%, hasta los 59.019 millones de euros.

Cemento

El avance del subsector de vivienda arrastró consigo en buena medida el consumo de cemento, que mejoró su producción un 11%, hasta los 12,36 millones de toneladas. A pesar de tratarse del mejor registro en cuatro años, desde su patronal, Oficemen, apuntan que se trata de un registro similar al de la década de los sesenta del pasado siglo. En su mejor año, 2007, la producción alcanzó las 54,5 millones de toneladas, guarismo ahora que parece imposible de recuperar.

La que sigue en niveles muy modestos es la obra pública. A pesar de que la licitación se incrementó un 39,5% el año pasado, hasta los 12.894 millones de euros, sus cifras están muy alejadas de los 39.100 millones que se licitaron en 2009, según recoge el informe. En los últimos ocho años, la caída acumulada es del 67%, según la patronal de las grandes constructoras (Seopan). Las estrecheces presupuestarias de los últimos ejercicios han llevado a los gobiernos a reducir sistemáticamente la inversión en infraestructuras a pesar de que el sector asegura que sigue habiendo necesidades que afrontar. Según sus cálculos, sería preciso acometer 814 proyectos prioritarios en los que habría que invertir 103.780 millones. El presupuesto de inversión de Fomento para este año parece dejar atrás las estrecheces de los pasados años. Los fondos para inversión suben un 17%, hasta los 8.908 millones, si bien el sector cree que se trata de una cifra insuficiente.

Aunque poco destacada cuando se habla de la construcción, la exportación de materiales es otra de las palancas que están impulsando el sector. Las ventas de las compañías de este subsector alcanzaron entre enero y noviembre los 22.000 millones, frente a los 20.300 millones que totalizaron en 2016, con un saldo comercial positivo de 5.983 millones de euros, según cifras de la patronal de estos fabricantes (Cepco). Estos números representan el 8,62% de las exportaciones totales de la economía española y representan el récord de la serie histórica de los fabricantes.

Mejora del empleo

La recuperación del sector ha redundado en un mayor número de empresas y en una mejora del empleo. El número de compañías asociadas al ladrillo inscritas en la Seguridad Social durante 2017 fue de 119.013, lo que significa 5.618 firmas más que en 2016. En cuanto a la evolución del empleo, mientras que el número de ocupados se incrementó de 1,07 millones en 2016 a 1,11 millones el pasado ejercicio, el de parados descendió desde los 182.650 hasta los 150.300, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) recogidos por el informe.