Arabia Saudí
El petróleo amenaza a las constructoras españolas
La caída del precio del crudo pone en duda los planes de infraestructuras de los países productores
La caída del precio del crudo pone en duda los planes de infraestructuras de los países productores. De hecho, tanto México como Arabia Saudí ya han metido la tijera y puede que no sean los últimos.
Arabia Saudí ha sido el primero, pero muy posiblemente no será el último. El segundo mayor productor mundial de crudo -1,15 millones de barriles diarios, según el Boletín Estadístico de BP- tiene previsto recortar sus inversiones en infraestructuras al ver mermados sus ingresos por la caída del precio del petróleo.
El crudo cotiza ahora en el entorno de los 38 dólares el barril y entidades como Citi y Goldman Sachs no descartan que caiga incluso al entorno de los 20 dólares el año próximo. El recorte saudí es una mala noticia para las constructoras españolas, inmersas en el desarrollo de diversos y multimillonarios proyectos como el AVE entre Medina y La Meca o los metros de Riad y Medina. No obstante, las autoridades saudíes han asegurado que estos proyectos no se verán afectados por los recortes.
Pero Arabia Saudí podría no ser la única amenaza para Ferrovial, FCC, ACS y compañía. En el sector se temen que otros países productores de petróleo y que proyectan grandes inversiones en infraestructuras sigan la misma senda, lo que constituiría una pésima noticia para sus intereses.
En 2014, las constructoras facturaron el 71,2% de sus ventas en el exterior y atesoraban una cartera de 70.161 millones de euros fuera de España, el 82,9% del total, según datos de su patronal, Seopan. En juego hay proyectos para los próximos años que, en el mejor de los casos, sumarían el billón de euros.
► EEUU. El Gobierno del principal productor mundial de crudo -1,16 millones de barriles diarios en 2014- tiene en mente un más que ambicioso plan de infraestructuras. Los presupuestos de 2016 recogen una amnistía fiscal parcial para que sus compañías repatríen los aproximadamente 1,8 billones de euros que han ganado fuera del país. Si sale adelante, la intención de Barack Obama es invertir una parte, 225.000 millones, en un plan para modernizar sus obsoletas infraestructuras. EE UU y Canadá aportan una cuarta parte de la facturación exterior de las constructoras españolas.
► Canadá. Tras años de bonanza petrolera, Canadá -429.00 barriles diarios de petróleo- ha perdido fuste este año, acumulando dos trimestres -segundo y tercero- de retrocesos de su PIB. Los planes de su Gobierno pasan por invertir unos 4.800 millones de euros anuales en infraestructuras territoriales y provinciales y otros 900 millones a partir de 2017 para mejorar las infraestructuras de las grandes ciudades.
► Brasil. Aunque sumida en una importante crisis económica en parte por la caída del precio del crudo -produce 234.000 barriles diarios-, sus inversiones en infraestructuras, a priori, no deberían verse afectados. Su plan, dotado con 57.000 millones de euros, se desarrollará exclusivamente mediante concesiones al sector privado y abarca proyectos de construcción y modernización de carreteras y autopistas, redes ferroviarias, aeropuertos y puertos. América central y del sur suponen el 29% de la facturación de las constructoras españolas, según Seopan.
► México. Junto a Arabia Saudí, es el otro país que ya ha metido la tijera a la obra pública. En 2014, anunció un gigantesco plan global de inversiones dotado con 460.000 millones. El Programa Nacional de Infraestructuras (PNI) contemplaba inversiones por valor de 70.000 millones. Sin embargo, el Gobierno Federal anunció en enero un recorte en el gasto que, de momento, ha restado ya 4.000 millones al PNI y ha provocado la cancelación del proyecto de alta velocidad entre México D. F. y Queretaro. Si bien para este año México tiene asegurados mediante coberturas los ingresos del petróleo a pesar de la caída de precios -produce 274.000 barriles al día-, la perspectiva de un barril a 20 dólares ha llevado a las autoridades de México D. F. a tomar medidas de ajuste. El 30% de los ingresos del Estado dependen del oro negro.
► Kuwait. Al pequeño emirato, que bombea 312.000 barriles de crudo al día, de momento no le preocupa la caída de los precios. En enero anunció gastos en infraestructuras por valor de 138.000 millones de euros para los próximos cinco años. Aunque la caída del petróleo le hará incurrir en déficit este año por primera vez en 15 ejercicios, su Gobierno ha apostado por recortar los subsidios, que representan el 85% de su gasto, antes que tocar las infraestructuras. Los expertos han advertido de que la medida podría no ser suficiente para equilibrar las cuentas.
► Irán. Tras el levantamiento de las sanciones por su programa nuclear, Teherán prevé invertir 23.000 millones en seis años para mejorar su red de ferrocarriles. Paradójicamente, su vuelta al mercado internacional del petróleo, con una aportación de más de 360.000 barriles diarios, puede contribuir a hundir más el precio del crudo y volverse en contra de sus intereses.
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