El «procés» hunde un 20% el precio de la vivienda de lujo en Barcelona

Los inversores echan el freno hasta que la situación política se aclare

Otro sector económico, y ya son unos cuantos, que sufre en sus carnes los efectos negativos del "procés"independentista catalán: la vivienda de lujo. El precio de estos inmuebles se ha hundido un 20% en Barcelona desde la celebración del referéndum ilegal del pasado 1 de octubre, según los datos que maneja la inmobiliaria de lujo Barnes International Realty. "Los inversores han echado el freno de mano", ha asegurado esta mañana Emmanuel Virgoulay, socio fundador de la firma en España en un encuentro con medios informativos. Aunque Virgoulay no duda de que Barcelona sigue siendo una ciudad atractiva para los clientes de este segmento, también ha asegurado que, en este momento, "el que quiere invertir un millón de euros en una vivienda de lujo prefiere irse a Madrid, eso está claro".

Barnes ha notado el parón en la actividad en la Ciudad Condal no sólo por el menor número de operaciones cerradas sino por la caída en picado del interés de los inversores. Entre el 1 de octubre y el 15 de noviembre las consultas se han desplomado un 50%. Ahora, según Virgoulay, se está notando una reactivación del interés, una vez que la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la convocatoria de elecciones autonómicas para el próximo 21 de diciembre han contribuido a restablecer en parte la normalidad.

En contraposición a Barcelona, el mercado de la vivienda de lujo en Madrid está a pleno rendimiento y sigue creciendo. Según las inmobiliaria, la capital es la ciudad con mayor atractivo para compradores tanto nacionales como foráneos, el 45% de los cuales adquieren una de estas propiedades como inversión. Entre los de fuera, destacan los mexicanos, responsables del 40% de las compras, los venezolanos y los colombianos. Estos últimos han sido los últimos en llegar a la capital y demandan pisos de unos 600.000 euros, según ha explicado Anna Molgó, Manager de Barnes Spain en Madrid. Los venezolanos, que llegan a España huyendo de la inestabilidad política de su país, prefieren viviendas de dos millones. En lo que todos coinciden es en buscar casas que estén bien ubicadas y reformadas para entrar a vivir de forma inmediata. También huyen de lugares como Miami, donde el mero hecho de tener una vivienda de este tipo puede suponerles un desembolso anual de 20.000 o 30.000 dólares en impuestos, hacia ciudades como las españolas con una fiscalizad más laxa.